Sao Paulo, 5 ago (EFE).- La brasileña Embraer, tercer mayor fabricante de aviones del mundo, informó este miércoles que perdió 2.959,4 millones de reales (unos 561,5 millones de dólares) en el primer semestre de 2020, un resultado impactado por la pandemia del nuevo coronavirus y el frustrado acuerdo que pretendía con Boeing.
Las pérdidas atribuidas a los accionistas de la compañía son casi 22 veces superiores al resultado negativo de 134,6 millones de reales (25,5 millones de dólares) que la compañía registró entre enero y junio del año pasado, según el balance de la empresa divulgado al mercado.
El perjuicio en el segundo trimestre, en tanto, fue de 1.682,9 millones de reales (unos 319,3 millones de dólares), cifra que contrasta con el beneficio neto de 26,1 millones de reales (unos 4,9 millones de dólares) que obtuvo en el mismo periodo de 2019.
La empresa informó en julio que redujo en un 67 % la entrega de aeronaves en el segundo trimestre del año, en comparación con el mismo período de 2019. Entre abril y junio, 17 aviones de la fabricante fueron puestos en el mercado, 34 menos que en el mismo período de 2019.
Embraer afirmó este miércoles que «las entregas de aeronaves fueron negativamente impactadas por la pausa al inicio del año, debido a la separación de sus negocios de aviación comercial y de los servicios para la alianza estratégica, ahora cancelada», con la estadounidense Boeing.
La compañía brasileña se encontraba en negociaciones con Boeing desde 2018 para crear una sociedad de riesgo compartido («joint venture»), en la que Embraer le vendía el 80 % de su división de aviones comerciales para formar una nueva sociedad controlada por el gigante estadounidense.
Sin embargo, en abril pasado, Boeing puso fin a las conversaciones con Embraer, a la que acusó de «no cumplir las condiciones necesarias» dentro del plazo estipulado.
La fabricante brasileña también citó este miércoles que el balance también fue impactado por la «pandemia del COVID-19 que ha afectado al mundo, a pesar de que su incidencia en el segmento de la aviación ejecutiva ha sido menos severo que en el de la comercial».
Los «impactos continuos» y la «incertidumbre», por causa de la pandemia, también obligaron a la empresa a «reprogramar» el lanzamiento de algunos modelos e hicieron que el cronograma de entregas fuese alterado.
Otro de los factores responsables por el incremento de las pérdidas fue la fuerte apreciación, de alrededor del 30 %, del dólar frente al real brasileño en los primeros seis meses del año.
La facturación neta en el semestre fue de 5.739,3 millones de reales (unos 1.089 millones de dólares), lo que supone un 32,6 % menos con respecto al mismo periodo de 2019.
En el segundo trimestre los ingresos fueron de 2.864,6 millones de reales (unos 543,5 millones de dólares) y que suponen una contracción del 46,9 % respecto a igual período del año pasado.
En la comparación con el primer semestre de 2019, el beneficio bruto de explotación Ebitda bajó un 4,13 % entre enero y junio de 2020 hasta los 1.102,8 millones de reales (unos 209,2 millones de dólares).
Entre abril y junio de este año, el Ebitda fue positivo en 47,6 millones de reales (unos nueve millones de dólares), que representan una caída del 81,6 % frente al segundo trimestre del año pasado.
La deuda neta cerró el semestre en los 9.860,9 millones de reales (unos 1.871 millones de dólares), frente a los 4.178,6 millones de reales (unos 792,9 millones de dólares) que se tenían el 30 de junio de 2019.