Caracas, 13 abr (EFE).- Con el mayor rebaño de búfalos de América Latina, Venezuela asume el reto de exportar la carne de este animal que representa el 20 % de todo el ganado de la nación, pero para lograrlo, expertos y ganaderos coinciden en que, entre los retos a vencer están los permisos sanitarios y la logística para acceder al mercado internacional desde un país sobre el que pesan sanciones.
La reciente orden del mandatario Nicolás Maduro de exportar carne bufalina ofreció un impulso para los productores, que cuentan con 3,7 millones de cabezas de este animal en el territorio, liderando la lista de clasificación de América, según dijo a EFE el presidente de la Asociación de Criadores de Búfalos de Venezuela (Criabúfalos), Nicola Fabozzo.
Pero, pese a que se trabaja en un «plan integral de exportación», que no solo contempla la venta internacional de carne bufalina o ganado en pie, sino de genética y todos los derivados del animal, los criadores de búfalo exponen que, antes, es fundamental educar sobre su consumo dentro de Venezuela y coordinar acciones que permitan los certificados sanitarios exigidos por otros países.
DIFICULTADES A SUPERAR
El presidente de Criabúfalos explicó que los criadores están llenos de expectativas sobre las ventas al extranjero, y se apoyarán en quienes ya han exportado ganado vacuno, para poder sacar, lo antes posible, el primer lote de productos bufalinos al exterior.
«Estamos trabajando en exportar. Por supuesto, vamos a tratar de empezar con ganado en pie (vivo), pero deberíamos buscar una plusvalía y tratar de llevar carne en canal despostada y, para esto, estamos tocando varias aristas, y la primera es la trazabilidad de los animales», explicó Fabozzo, en referencia al proceso de evolución del producto desde la cría hasta que llega al mercado.
No obstante, el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenagas), Luis Prado, explicó a EFE que Venezuela cuenta con la cantidad y calidad de búfalo suficiente para satisfacer la demanda en mercados internacionales, pero aún trabaja en sus estándares sanitarios, debido a que la nación caribeña no cuenta con el certificado que lo declara libre de fiebre aftosa.
«El reto es superar el tema sanitario para penetrar a los mercados más exigentes del planeta (…) pero estamos trabajando en ello», aseguró Prado, quien agregó que la Fundación Venezolana de Servicios de Salud Animal avanza en las políticas de vacunación y control requeridas para lograr el reconocimiento internacional como «país libre de aftosa», tras una evaluación que se espera en 2025.
La fiebre aftosa es una enfermedad zoonótica contagiosa que afecta a animales de doble pezuña, pero que no se transmite a personas.
Pero, mientras se espera el certificado, aclaró Prado, Venezuela exporta ganado bovino y bufalino a naciones que no exigen ese reconocimiento.
La presidenta de la Asociación Colombiana de Criadores de Búfalos (Asobufalos), Claudia Roldán, dijo a EFE que, para lograr esta certificación, con la que ya cuenta Colombia, también es necesario el «compromiso de los productores (…) a trabajar de forma sanitariamente competitiva, de forma sostenible ambiental (mente), con todo lo que los demás mercados demandan».
EDUCACIÓN Y CRECIMIENTO
Recientemente, se celebró en Caracas la segunda Feria Nacional de Criabúfalos, en la que los ganaderos pudieron presentar sus animales y educar sobre el consumo de esta carne, que muchos venezolanos desconocen, pues en el mercado local se suele confundir con la de vacuno.
El productor agropecuario Eduardo Pérez Estuve aseguró a EFE que el búfalo es rentable en su cría por su longevidad y alta capacidad productiva de una leche de alto contenido graso «atractiva para la industria».
«Detrás de ese animal tenemos toda una producción láctea y cárnica del país y, por supuesto, estamos muy contentos con este plan de exportación porque eso lo que hace es que va a incentivar más a los productores agropecuarios», dijo Pérez, quien destacó que concretar la venta al extranjero permitirá mantener los más de tres millones de empleos directos e indirectos que los ganaderos generan.
Por su parte, la profesora argentina Gladis Rebak, especialista en calidad de la carne, explicó a EFE que, además del entusiasmo por la exportación, es necesario un proceso de aprendizaje en el que los productores deben garantizar un buen manejo previo a la faena de los animales y altos niveles de conservación que garanticen la calidad.
Génesis Carrero Soto