La Paz, 23 may (EFE).- Largas filas de vehículos, sobre todo autobuses y camiones que buscaban diésel, se formaron en las gasolineras de algunas ciudades bolivianas por complicaciones en la distribución de combustibles que el Gobierno nacional atribuyó a dificultades externas y algunos bloqueos de carreteras registrados la semana pasada.
Las filas se advirtieron en estaciones de servicio de ciudades como La Paz, Cochabamba, El Alto y Santa Cruz y también en la refinería de combustibles en la urbe cruceña, según el reporte de medios locales.
Los vehículos que aguardan para cargar diésel o gasóleo son mayormente autobuses de transporte público urbano o interdepartamental, además de camiones de carga pesada, según pudo constatar Efe en La Paz.
El ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, aseguró en una rueda de prensa que el suministro de combustibles está «garantizado», aunque admitió que hubo «complicaciones» logísticas ajenas a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
«Los conflictos bélicos suscitados entre Rusia y Ucrania tienen un efecto en el resto de los países. No es desconocido que estas dificultades de abastecimiento energético y de combustibles están golpeando a vecinos como Argentina, Perú y otros países de la región, donde en este momento el abastecimiento es un aspecto crítico», sostuvo Molina.
Recordó que Bolivia se provee de combustibles generados en sus refinerías de Santa Cruz y Cochabamba y también los importa mediante contratos, como el firmado con la estatal Petróleos del Perú (Petroperú), que ha tenido dificultades para cumplir con ese compromiso.
A esto se suman los trabajos que se realizan actualmente en la terminal de carga del puerto chileno de Arica, «que es por donde ingresa buena parte del abastecimiento de diésel importado», y que se espera que sus operaciones se normalicen en los primeros días de junio, agregó.
El ministro también mencionó algunos bloqueos de carreteras registrados la semana pasada en El Alto, en la localidad sureña de Tupiza, así como en Chile y Argentina, que impidieron el paso de cisternas con combustible, lo que afecta «la logística de abastecimiento».
Según la autoridad, el abastecimiento de combustible está garantizado «contractualmente», aunque «logísticamente estas situaciones han generado una complicación» para llevar los carburantes a algunas regiones bolivianas.
Molina explicó que se asumieron algunas acciones junto a YPFB y a la entidad reguladora del sector de hidrocarburos para que no falte el combustible en el país, entre las que mencionó el incremento de la producción de carga en las refinerías en un 105 %.
«YPFB está haciendo todo lo que corresponde para garantizar el normal abastecimiento. Lo que ha existido son entregas demoradas por estos elementos que acabo de manifestar que estarían normalizándose en los próximos días», insistió.
También pidió a la población adquirir solamente el combustible que requiere para que no se genere una sensación de desabastecimiento y que denuncie a quienes estén intentando especular con la venta de diésel.
La demanda diaria de diésel en Bolivia es de unos 5,5 millones de litros, según datos oficiales.