Washington, 19 oct (EFE).- Los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Colombia, Iván Duque; y Panamá, Laurentino Cortizo, se declararon este martes a favor de una respuesta conjunta a los problemas que aquejan a América Latina y el Caribe, como la migración irregular y la reconstrucción económica pospademia.
«No hay otro camino que sentarse verdaderamente, no solamente para el problema de la recuperación económica, que es un megaproblema, y todos los problemas que tenemos en salud», afirmó Cortizo al intervenir en la XXV Conferencia Anual de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, celebrada de forma virtual.
El gobernante panameño llamó la atención sobre los «otros problemas» que afronta la región, entre los que mencionó democracias frágiles, problemáticas vinculadas a los derechos humanos y el tema migratorio.
Cortizo consideró que estas situaciones deben ser abordadas con un «diálogo franco» y sin «agendas ocultas» que consideró no benefician a la región .
Sobre el tema migratorio, advirtió en concreto que por su país han pasado en lo que va del año unos 100.000 inmigrantes irregulares y que se proyecta que para finales de este año lo hagan alrededor de 50.000 más.
«Hay alrededor de 12 países de la región que están involucrados en este tema», incluido EE.UU., sentenció Cortizo, para quien se trata «de un problema regional» que «tiene que resolverse de una manera regional».
Por su parte, Fernández señaló que América Latina y el Caribe «enfrentan el desafío de un nuevo comienzo», ante el cual «o renacemos mejores o renacemos peores», apuntó.
El presidente argentino consideró que la región encara una triple crisis: la climática, la sanitaria y la de la deuda externa.
«Debemos entender que no habrá justicia ambiental, sin justicia financiera global y sin justicia social global», puntualizó Fernández, quien estimó que «es el tiempo de la solidaridad y esta solidaridad comienza por nuestra propia región».
Entre otros, mencionó que su país junto a EE.UU., Barbados, Colombia, Costa Rica, Panamá y República Dominicana ha propuesto distintas iniciativas para avanzar en un reordenamiento de la arquitectura financiera que permita «un nuevo contrato global, inclusivo y sostenible».
Dicho contrato -aseguró- tendría como objetivo valorizar los activos ambientales, impulsar nuevas fuentes de financiamiento innovadoras, así como el fortalecimiento del multilateralismo ambiental, los canjes de deuda por acción climática y los mecanismos de pago por servicios ecosistémicos, entre otros.
«No es tiempo de resignación, no es tiempo de miedos, es tiempo de transitar los caminos fracasados de otra manera, con optimismo, con creatividad», afirmó Fernández, quien invitó «a transitar este camino de la mano del resto de los presidentes de la región y de todos aquellos que hoy planifican un futuro mejor”.
A su turno, Duque defendió la coordinación como la mejor forma de hacer «sustentable» la recuperación económica después de la pandemia y resaltó como un ejemplo de ello la iniciativa «Build Back Better World», liderada por el presidente de EE.UU., Joe Biden, para atraer inversiones a países de ingresos medios y bajos.
Duque alertó igualmente sobre lo que definió como una «crisis climática», que deja cada año 52.000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, por lo que llamó a reducir esas cifras.
En ese contexto, planteó que países de ingreso medio como Colombia sean beneficiados de la «financiación verde inteligente», que permita que los recursos destinados a las actividades para atender el desafío climático sean revertidos en alivios de deuda.
