Ovejas (Colombia), 13 dic (EFE).- En la sala de su casa en un barrio de Ovejas, un pueblo caribeño de Colombia donde se asentaron desplazados por la violencia, desde las 8:00 a.m. (hora local) Ruth Ochoa comienza a atender a los clientes, a quienes con esmero presta los servicios de peluquería, maquillaje, manicura y pedicura.
Ruth es una madre cabeza de hogar a cargo de tres hijos que hace parte del proyecto «Generando Equidad», una apuesta de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional en Colombia (Usaid) y la fundación Interactuar para apoyar en la construcción de un país más equitativo.
«El programa promueve la equidad de género a través de la creación de oportunidades económicas para las mujeres; la transformación de normas y roles de género para prevenir a las violencias basadas en género, y el fortalecimiento de políticas de igualdad y de los servicios públicos», explica a EFE Caroline Ferraz Ignacio, especialista en gestión de proyectos de Usaid.
Ferraz anota que «Generando Equidad» funciona en 36 municipios colombianos, incluyendo las ciudades de Bogotá, Cartagena y Medellín. Las otras 33 poblaciones están en los territorios más afectados por la violencia, la pobreza, las economías ilícitas y la debilidad institucional.
«Además de trabajar en Montes de María y el Bajo Cauca, ‘Generando Equidad’ también se implementa en municipios del Pacífico y la frontera (con Ecuador)», agrega al precisar que implementan estrategias como acceso a empleos formales, fortalecimiento de negocios y unidades productivas, además de transformación organizacional en empresas.
NEGOCIO FAMILIAR
«Comencé en el negocio de la peluquería porque quería ser más independiente, además de ayudar a mis hijos», cuenta Ruth Ochoa a EFE mientras lava el cabello a una clienta que llegó desde temprano y su hija menor, quien le ayuda en el negocio, se alista para atender a otra vecina que necesita «hacerse las unas».
Ruth se siente orgullosa del trabajo en equipo con los otros miembros de su familia y anota que esto les «está dando para el mantenimiento de la casa, bueno, de las necesidades básicas, y nos ayuda mucho ahora que ellos ya están en la universidad, porque también saco de ahí para ayudarlos».
Para esta mujer, que tiene como su principal sueño abrir su salón de belleza en un local independiente, el apoyo brindado por el programa «Generando Equidad» le permitió asumir esta actividad como un verdadero negocio.
«Al principio no tenía nada organizado, solamente lo que yo creía que valía mi trabajo, tampoco horarios. Y cuando entré al programa aprendí a tener un esquema de precios y mejorar en el negocio», indica al referirse a las posibilidades de mejoramiento que ahora tienen ella y los demás integrantes de su familia.
Optimista por lo que se viene para la temporada de fin de año, época en la que más requieren de sus servicios, Ruth cuenta que tiene planeado asociarse con una amiga que tiene un salón para así poder atender a todos los requieran de sus servicios.
ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Según Caroline Ferraz Ignacio, programas como «‘Generando Equidad’ ganan visibilidad durante los 16 Días de Activismo Contra las Violencias de Género, que empezó el 25 de noviembre con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra La Mujer”, pero advirtió que «el combate a las violencias es un trabajo de todos los días».
«Lo hacemos brindándoles herramientas a las personas para reconocer las formas de violencias de género, buscar ayuda y alcanzar la autonomía económica. También trabajamos con familias, incluyendo hombres y niños, para repensar la división de trabajo de cuidado no remunerado y los patrones de toma de decisiones en el hogar”, indicó.
Anota que, para Usaid, además del trabajo con la sociedad civil, es fundamental trabajar con las instituciones públicas y privadas en los municipios.
«Con las instituciones públicas que tienen el mandato misional de garantizar los derechos de las mujeres y niñas, fortalecemos su capacidad de ofrecer servicios oportunos, de calidad y humanizados», resalta.