México, 11 dic (EFE).- El gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, alertó este viernes al Congreso de «afectaciones graves» y «significativos riesgos» por una iniciativa que lo obligaría a comprar dólares en efectivo que la banca privada no pueda repatriar.
En una reunión con la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, el gobernador advirtió del peligro que implica la reforma a la Ley del Banco de México que incorporaría a las reservas internacionales los billetes extranjeros que las instituciones financieras no puedan distribuir.
“Este proyecto generaría un fuerte impacto adverso en las operaciones del Banco de México, así como a la recepción de moneda extranjera, que las autoridades y entidades financieras del exterior permitirían al sistema financiero mexicano», manifestó a los diputados.
La reunión extraordinaria ocurre después de que el Senado aprobó el miércoles la reforma a la Ley del Banco de México en materia de captación de divisas.
Los senadores del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) defendieron la medida al argumentar que asegura que las instituciones financieras compren dólares en efectivo que llegan a México con los «paisanos» y el turismo.
Pero el gobernador de Banxico señaló que la moneda extranjera en efectivo, en especial la estadounidense, «conlleva el riesgo de estar asociada con actividades ilícitas», lo que podría involucrar al banco central en investigaciones judiciales.
“La adquisición de los billetes y monedas extranjeros haría que el Banco de México pase de ser una entidad pública que, por sus operaciones actualmente no representa y no tiene un riesgo de lavado de dinero, a que sea clasificada de alto riesgo», manifestó.
El funcionario comentó que dichos dólares en efectivo no cumplen con las condiciones económicas para ser parte de la reserva internacional y que, al mantenerse en efectivo, no podrían invertirse y serían un activo improductivo.
Ante los argumentos de los políticos de Morena, Díaz de León precisó que los dólares en efectivo representan solo el 1 % del total de las remesas que se envían a México, pues eL 99 % restantes son transferencias electrónicas.
De enero a septiembre, detalló, México recibió 200 millones de dólares en efectivo de más de 29.000 millones de dólares en remesas.
“La acumulación de excedentes que no ha sido posible exportar es un problema particular, en una institución y es de origen relativamente reciente, por lo cual, no consideramos que sea un problema generalizado de la banca mexicana”, mencionó.
Al igual que agrupaciones del sector privado, Díaz de León argumentó que la reforma vulneraría la autonomía del Banco de México y complicaría realizar operaciones con entidades internacionales.
“Una norma emanada del Congreso de la Unión que le imponga al banco central la realización obligada de operaciones específicas, en este caso la compra de activos improductivos y de alto riesgo, sin su intervención y autorización en la toma de dicha decisión, limitaría su autonomía”, sentenció.