Venecia (Italia), 11 jul (EFE).- El ministro argentino de Economía, Martín Guzmán, considera que el respaldo del G20 en Venecia al mecanismo global de fiscalidad para las multinacionales es un paso «histórico» para «acabar con el aspecto más tóxico de la globalización: la elusión impositiva» de las grandes corporaciones.
«Es un principio muy importante para lidiar con uno de los grandes males de la globalización: la elusión por parte de las corporaciones multinacionales ha generado mayor desigualdad en el mundo, ha socavado la posibilidad de los Estados de hacer políticas públicas para la generación de trabajo, la educación, generar oportunidades de una forma equitativa», ha afirmado el ministro en una entrevista con Efe en Venecia.
Guzmán ha viajado hasta la ciudad de los canales para participar en la cita de los titulares de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20, junto con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, o la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, entre otros.
El G20 de Venecia ha respaldado el sistema consensuado ya por unos 130 países el 1 de julio en el marco de la OCDE, que evitará que las multinacionales desvíen sus beneficios a paraísos fiscales y dejen de pagar impuestos.
Este esquema tiene dos pilares, el modo de asignar un porcentaje de los beneficios de las empresas a ciertas jurisdicciones para que paguen impuestos donde operan aunque no tengan presencia física; y la aplicación de un tipo mínimo del impuesto de sociedades de, al menos, el 15 % a las empresas con una facturación como poco de unos 890 millones de dólares.
Argentina es uno de los Estados que reclaman una tasa mínima superior, de al menos el 21 %.
«Por supuesto que el 21 % sería mejor que el 15 % y 25 % mejor que el 21 %. Estados Unidos ha propuesto que sea del 21 % pero el consenso al que se ha podido llegar es de al menos el 15 % y eso, por supuesto, es mejor que nada», ha apuntado Guzmán.
DEG POR VALOR DE 650.000 MILLONES DE DÓLARES
Los ministros y banqueros del G20 también apoyaron el acuerdo en el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la emisión extraordinaria de derechos especiales de giro (DEG) por valor de 650.000 millones de dólares, la mayor asignación de la entidad en su historia y que servirá para reforzar sus reservas ante la recuperación tras la crisis de la pandemia.
Los DEG son un activo de reserva internacional, creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros y les proporcionan liquidez.
Los países pueden contabilizarlos como activos extraordinarios en sus reservas o canjearlos por monedas fuertes para hacer frente a sus necesidades de balanza de pagos.
El acceso a los DEG es un derecho de todos los miembros del FMI, pero el ministro Guzmán ha pedido en numerosas ocasiones que los países mas ricos que no los necesiten los reasignen a los vulnerables, también a los de ingresos medios y no solo a los más pobres.
«El 65 % de la población mundial en situación de pobreza reside en los países de ingresos medios. De hecho, este concepto de ingresos bajos o medios ha hecho daño en el mundo a la hora de evaluar la sensatez de ciertas políticas globales. Hay que hablar más de niveles de desarrollo medio o bajo, hay que mirar mucho más que solamente la cuestión de los ingresos medios por habitantes de los países a la hora de definir qué se hace con una política de liquidez para el mundo», sostuvo.
Guzmán dijo que el G20 habló de ayudar a países vulnerables y esto ya es un avance porque «hay países de ingresos medios que están también en situación de vulnerabilidad» y darles un respaldo financiero serviría para reducir las «asimetrías entre los países avanzados y en desarrollo».
SOBRECARGOS DE CRÉDITOS PENDIENTES
Otra de las reivindicaciones del ministro argentino es la necesidad de revisar la política de sobrecargos de interés que impone el FMI para los créditos pendientes de pago, que «básicamente están penalizando a los países que están en situaciones más adversas», una propuesta que el G20 ha tenido en cuenta en su comunicado final.
Guzmán mantuvo en paralelo un encuentro con la directora gerente del FMI en el marco de las negociaciones con ese organismo para refinanciar deudas por unos 45.000 millones de dólares, según informó su Gobierno.
El ministro argentino ha señalado que las conversaciones con el organismo continúan para renegociar el pago de un préstamo que «no género ningún aumento de la capacidad productiva del país» y que ha provocado que Argentina sufra «una crisis económica grave» que su Ejecutivo intenta resolver.
Laura Serrano-Conde