Tegucigalpa, 7 ene (EFE).- Honduras necesita unas 350.000 personas para trabajar temporalmente como recolectores de café en la cosecha 2020-2021, que ha sido mermada por la pandemia de covid-19 y los efectos de las tormentas tropicales Eta e Iota que afectaron al país, alertó este jueves una fuente del sector.
Las autoridades del Instituto Hondureño del Café buscan la ayuda al menos 350.000 trabajadores nacionales o de países como Guatemala y Nicaragua para recoger el café en el período más productivo de la cosecha actual, dijo a Efe el secretario del Consejo Nacional de Café, Omar Funes.
«En este momento tenemos el desafío de la pandemia y algunas zonas afectadas por los huracanes (Eta e Iota), hay productores que están entrando a sus fincas, se necesita personal, hay muchas fincas grandes que están solicitando corteros», explicó.
Funes indicó que «no es fácil» que ingresen al país trabajadores de El Salvador, Guatemala y Nicaragua, aunque invitó a nacionales y extranjeros a que se unan a la recolección del café, con el fin de poder reunir alrededor de 10 millones de quintales del grano (sacos de 46 kilos).
Señaló además que este trabajo es una opción temporal durante el periodo de recolección del café que va de noviembre a abril, y ha sido realizado en el pasado por mano de obra extranjera en más del 35 por ciento.
«Las labores de cosecha en el campo, en la agricultura en general, no son fáciles y cuando vienen corteros de Guatemala, Nicaragua y El Salvador vienen con su familia y a atender la actividad específica de corte», agregó el experto.
Cada trabajador puede llegar a ganar de entre 300 a 500 lempiras diarios (entre 12,4 y 20,6 dólares).
SACAR COSECHA, UN GRAN RETO
Aseguró que sacar la cosecha actual es un gran reto por los desafíos que ha planteado la pandemia del coronavirus, que ha dejado cerca de 125.000 contagios y 3.192 muertos en Honduras.
Uno de los retos es la movilización de las personas tanto nacionales como extranjeras que trabajan como recolectores de café en las diferentes fincas hondureñas, indicó Funes.
Anunció que las diferentes asociaciones de café están distribuyendo alrededor de un millón de kits de bioseguridad para prevenir el contagio por covid-19 en toda la cadena del grano, un sector que genera alrededor de un millón de empleos en los procesos de recolección, beneficiado húmedo y seco y transporte.
Las autoridades del Instituto Hondureño del Café (Ihcafe) mantiene un acuerdo con el Instituto Nacional de Migración sobre el ingreso al país de centroamericanos que van a trabajar temporalmente como recolectores de café, quienes deben presentar una prueba PCR negativa, añadió.
CIERRES POR COVID-19 AFECTAN VENTA DE CAFÉ
«El reto de recoleccionar la cosecha, luego sacar esa cosecha de las montañas, recordemos que la red vial quedó bien afectada (por Eta e Iota), y lógicamente con estos cierres producto de covid-19 a nivel mundial también está el reto de poder vender esa producción en diferentes mercados», explicó Funes.
En octubre pasado, cuando se inició la cosecha 2021-2022, el sector cafetalero preveía una exportación de 8,2 millones de quintales de café, pero debido al impacto de la pandemia y los efectos de Eta e Iota, este total ha disminuido en «al menos 150.000 quintales» del grano, señaló Funes.
En los últimos 15 años, Honduras ha incrementado su capacidad productiva de 2,5 millones de quintales de café a 10 millones de sacos, por lo que requiere más trabajadores cada año, dijo el directivo del Consejo Nacional del Café.
El café sigue siendo la primera fuente de divisas por ventas al extranjero del país centroamericano, el mayor exportador del grano de Centroamérica, y la actividad está en manos de unos 100.000 pequeños productores.