Carmen de Viboral (Colombia), 7 mar (EFE).- En la vereda (aldea) Betania «florecen las ilusiones» de la colombiana María Rosmery Martínez desde 2019, cuando dejó su trabajo como mayordoma para iniciar un cultivo de hortensias que transformó en una próspera agroempresa que ha logrado exportar a Estados Unidos y Corea.
Mientras maquilla flores de buen tamaño y hojas bonitas, la floricultura se muestra orgullosa de los 900 tallos que despacharon el día anterior rumbo a Miami.
«Me siento contenta porque le voy a dejar un legado a mis tres muchachos (hijos)», dice a EFE Rosmery, quien aprendió el oficio y ha logrado liderar su emprendimiento Los Cacahuates S.A.S., ubicado en el municipio de Carmen de Viboral.
En esa población del departamento de Antioquia (noroeste) asoman en cada esquina cientos de hydrangeas, el nombre científico de las hortensias que, por su calidad y belleza, son apreciadas en mercados internacionales.
ABONAR LOS SUEÑOS
Este camino que inició llena de dudas hace casi cinco años, por sugerencia de un familiar y en compañía de su esposo, Antonio Vásquez, lo edificó en un «pedazo de tierra» con el que pudieron hacerse juntando dinero que ganaron como cuidadores de fincas en diferentes regiones del país.
Con el emprendimiento en marcha, se repartieron los roles: «Don Toño», como lo conocen en su aldea, se encarga con los trabajadores de fumigar, abonar, podar y desmalezar, mientras que Rosmery recibe las flores tras el corte para arreglarlas, maquillarlas, encapucharlas e hidratarlas junto a dos jóvenes colaboradoras.
«Estábamos cansados de ser mayordomos, algo en lo que trabajamos toda la vida, y empezamos a cultivar la hortensia. Se empezó a vender y se me metió en la cabeza hacer una comercializadora. Luchamos unos dos años para empezar a exportar hasta que conseguimos un cliente en Corea y luego otro en Estados Unidos», relata la emprendedora.
Aunque en un principio manejaron el cultivo de forma empírica y con intuición, las flores se les dieron bien. Hasta la lluvia y el granizo han sido benévolos, lo mismo que las plagas. Y en la belleza de su producto se ha visto la buena mano de la mujer, por la alegría que le produce vivir de la hortensia, «una flor que me ha gustado toda la vida».
Explorando ese mundo aprendió la producción, la comercialización y la exportación de las flores a través de su cultivo, que cuenta con unas 27.000 matas, produce unos 3.000 tallos semanales y da empleo a cuatro personas, entre ellas a migrantes y un joven con discapacidad auditiva.
FLORECE SU EMPRENDIMIENTO
Su ingreso en 2022 al Método de Base de Aceleración (MBA) agroempresarial, un programa de la Corporación Interactuar, marcó un antes y un después en la agroempresa para enfilarse como una mujer líder en el campo al empezar a relacionarse con otros productores de hortensias y visitar exportadoras de flores para conocer los por menores de la operación y aprender de costos, proveedores y clientes.
«Allá me ayudaron mucho. Si no fuera por ese estudio, no hubiera progresado tanto», afirma la agroempresaria.
Rosmery, que espera llegar aumentar la capacidad de su agroempresa a unos 5.000 tallos semanales para responder al mercado, espera que las hortensias de Los Cacahuates se sigan posicionando en exterior, pues ha escuchado decir que en Estados Unidos «la gente cuando va a hacer mercado, lo primero que se compra es un ramo de flores».
Si bien uno de sus más grandes sueños es tener una sólida comercializadora para sentirse «realizada», esta mujer campesina busca un verdadero impacto: «Lo que más quiero es generar más empleo porque por aquí (en su aldea) hay mucha gente que necesita».
La líder agroempresarial de Interactuar, Liliana Tabares, explica que en 2022 esa corporación impactó con el programa MBA agro a 170 agroempresarios, el 36 % mujeres.
En el caso de Rosmery destacó el crecimiento en las ventas de Los Cacahuates en un 76 % entre 2021 y 2022, y la implementación en el cultivo de prácticas amigables con el medioambiente con acciones de ahorro de agua, ahorro de energía y protección del suelo usando abonos orgánicos.
Jeimmy Paola Sierra