Washington, 6 abr (EFE).- La Corporación Financiera Internacional (IFC, en inglés), el organismo del Grupo Banco Mundial encargado de incentivar el crecimiento del sector privado en los países en desarrollo, está trabajando en la forma de ayudar al colectivo LGTBI para que tenga un mayor acceso a la financiación de los bancos.
En una entrevista con EFE José Félix Etchegoyen, especialista global del programa Banca Mujer de IFC, explicó que tras los esfuerzos por lograr una mayor inclusión financiera de la mujer, ahora el trabajo se va a centrar en «aumentar el alcance» de dicha inclusión en Latinoamérica para que llegue al colectivo LGTBI.
«Queremos ir a comunidades que están marginadas», dijo Etchegoyen, quien reconoció la vulnerabilidad financiera de este colectivo.
Para ello, primero hay que «entender el mercado», por lo que el IFC está estudiando las necesidades del colectivo en diferentes países como Colombia. «Una vez entendamos la realidad del colectivo en cada uno de los países, ahí podemos empezar a pensar en soluciones y después en invertir», añadió.
Según este organismo, el hecho de que el colectivo LGTBI sufra más de discriminación, violencia, acoso, menor acceso al empleo y menos acceso a una vivienda hace que esté «probablemente sobrerepresentado» dentro del grupo de menos ingresos de la población mundial, que supone un 40% de la población total.
Por ello, la institución propone soluciones como implementar productos y servicios en los bancos que respondan a las necesidades de la comunidad LGTBI; entre ellos, interfaces para facilitar el registro o la información para cambio de género, retirar el lenguaje excluyente en las descripciones de productos y formar al personal para mantener conversaciones inclusivas con clientes trans.
Algunas entidades ya están dando los primeros pasos para una inclusión financiera de este colectivo, como el Banco Nación de Argentina, el primero del mundo en adoptar una cuota laboral del 1 % para personas trans.
Montserrat Ganuza, especialista en cuestiones de género en la IFC, apuntó a EFE que la digitalización de la información puede ser una «herramienta a desarrollar» con tal de tener en cuenta grupos más vulnerables que están fuera del sistema financiero.
AYUDAR TAMBIÉN A LA MUJER
«Poder utilizar información que está fuera de ese sistema como las compras por internet o su huella digital puede servir para evaluar crediticiamente a esas personas», defendió Ganuza, algo que ayudaría también a avanzar en la inclusión financiera de la mujer.
Tras elaborar informes sobre la situación financiera de las mujeres en países como Colombia, India y Kenia, entre otros, el IFC proporcionó 70 millones de dólares al Global Bank de Panamá, con la condición de que el 75 % se destinara a la concesión de hipotecas a mujeres.
«Las mujeres en los mercados emergentes trabajan en la informalidad, no tienen salarios ni la documentación de sus ingresos. Siempre hay un círculo vicioso por el cual se quedan fuera del sistema financiero», describió Ganuza.
Una de las principales consecuencias de ello es la brecha de género en la propiedad de la vivienda, puesto que actualmente tan solo cerca del 20 % de las mujeres acceden a ella, un porcentaje «optimista» porque en algunos países es mucho menor, del 3 % o 4 % según Ganuza.
A su vez, apuntó que las instituciones financieras «normalmente no tienen una visión específica de las necesidades que tiene la mujer en al acceso a la vivienda», algo que está «completamente fuera de su programa» y sobre lo que existe un «desconocimiento absoluto».
Esta desinformación ante las necesidades específicas de grupos de población también existe en el colectivo LGTBI, por lo que el IFC aspira a seguir trabajando para ofrecer acciones concretas como las dirigidas a la inclusión de la mujer.