San José, 10 dic (EFE).- El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) destacó este jueves los desafíos de América Latina y el Caribe en temas de tecnologías enfocada en la sostenibilidad para garantizar la seguridad alimentaria de la región.
El IICA indicó en un comunicado de prensa que la conectividad, la capacitación, el acceso a crédito e infraestructura son elementos vitales para transitar hacia la agricultura 4.0 y garantizar la seguridad alimentaria.
En un foro organizado por la institución, expertos resaltaron que la región tiene el potencial y la responsabilidad de alimentar a una población creciente, pero necesita, a través de la innovación tecnológica y de buenas prácticas, renovar sus sistemas productivos para hacer un uso más eficiente de los recursos.
«La agricultura ha sido capaz de alimentar a los 650 millones de personas del continente y abastecer los mercados internacionales, pero lo que se viene no es más de lo mismo, es una agricultura que tendrá que internalizar más las nuevas tecnologías», afirmó el director general del IICA, Manuel Otero.
Otro de los temas expuestos en el evento es que en los últimos años se han desarrollado innovaciones que podrían tener un amplio potencial para incrementar la productividad en el campo, pero en los territorios rurales hay grietas profundas en materia de digitalización que deben cerrarse rápidamente para que la tecnología tenga un impacto tangible.
«Tenemos que reconocer que podemos tener por delante la formulación de algunos proyectos que puedan complementar los esfuerzos en la digitalización del agro, esto es un impulso para encontrar algunos temas de interés común y donde hemos encontrado diferentes oportunidades de colaboración con organismos como el IICA», dijo el decano de la Universidad Estatal de Nuevo México, Rolando Flores.
Para las autoridades, entre las tecnologías que podrían tener impactos en la agricultura se identificó la inteligencia artificial, la robótica, el machine-learning, el blockchain y aplicaciones móviles para la extensión rural, entre otras.
Estas herramientas son un medio para lograr la revolución agrícola digital, pero dentro del ecosistema los principales actores son los productores, quienes deben poder utilizar estas tecnologías y alcanzar a través de ellas sus objetivos económicos, sociales y ambientales.
«No podemos poner tecnologías en el campo si el agricultor no cree en ellas o no sabe utilizarlas. América Latina y el Caribe debe irse poniendo retos pequeños e invertir mucho en formación y hacerle ver a los agricultores que la tecnología funciona», explicó el docente de la Universidad de Córdoba, España, Francisco Javier Mesas.
Parte de los elementos que, sumados a la pandemia, han entorpecido la inserción de las tecnologías en los campos del hemisferio es la desconexión entre las más recientes innovaciones y los pequeños agricultores.
En el diálogo también participaron investigadores y académicos de la Universidad de Purdue y la Universidad Cenfotec, junto a expertos de Microsoft y la empresa de tecnología SAP, quienes analizaron y compartieron buenas experiencias del continente en materia de agricultura 4.0 y los factores que limitan su adopción plena en los países de la región.