México, 19 feb (EFE).- El incendio del pasado 9 de enero en el principal centro de control del metro de la Ciudad de México, que provocó la suspensión del servicio en seis líneas, se originó por un cortocircuito en un embobinado de un transformador, informó este viernes la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX).
En conferencia de prensa, María Seberina Ortega López, coordinadora general de Investigación Forense y Servicios Periciales de la FGJCDMX descartó que haya sido la falta de mantenimiento la causa principal del incendio o un sabotaje.
«Se trató de un accidente fortuito y no previsible», argumentó la funcionaria.
Detalló que el fuego tuvo como foco el interior de la bovina de un transformador, el cual se propagó muy rápido.
Precisó que, con motivo de dicho incendio, se iniciaron dos carpetas de investigación.
La primera, en la Fiscalía de Investigación Territorial en Cuauhtémoc, con motivo del fallecimiento de una mujer, integrante de la Policía Bancaria e Industrial, quien sufrió una caída, de manera accidental, y debido a un traumatismo craneoencefálico se provocó la muerte.
La segunda carpeta, explicó, se inició en la agencia del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, con motivo de los daños causados en el inmueble, derivados del incendio.
Aseguró que expertos videoforenses documentaron las características del lugar, mientras que otros expertos evaluaron los daños y se encuentran a la espera de los resultados de laboratorio para determinar el daño del inmueble y determinar si puede seguir ocupado.
Finalmente, señaló que con base en los estudios realizados se sugiere un cambio de los transformadores de dichas instalaciones.
El pasado 9 de enero un incendio en el principal centro de control del metro en el Centro Histórico de la capital dejó un muerto y al menos 30 trabajadores intoxicados, además de la suspensión del servicio en las seis principales líneas.
Tres líneas (4, 5 y 6) fueron reactivadas cuatro días después y las otras tres (1, 2, y 3) se restablecieron a principios de este mes.
El siniestro provocó que el sistema de transporte suspendiera sus actividades, de manera parcial, tras más de 51 años de trabajar de manera ininterrumpida.
El metro de la capital mexicana transporta a cerca de 6 millones de personas todos los días labores, lo que lo hace uno de los más transitados del mundo, aunque su demanda baja durante el fin de semana y más ahora por la contingencia sanitaria por la covid-19.