Bogotá, 14 sep (EFE).- El presidente de Colombia, Iván Duque, sancionó este martes la Ley de Inversión Social, la nueva reforma tributaria que aprobó la semana pasada el Senado y la Cámara de Representantes y que reemplaza a la que provocó masivas manifestaciones en su contra el 28 de abril.
Esta ley pretende recaudar 15,2 billones de pesos (unos 4.000 millones de dólares de hoy) para garantizar la estabilidad de las finanzas públicas y la reactivación de la economía, tras los estragos causados por la pandemia en las arcas del Estado.
«Lo que hoy estamos materializando es la reforma más importante del siglo XXI», consideró Duque durante el acto de sanción, al que asistieron varios congresistas y representantes gremiales.
La reforma fue aprobada el pasado 7 de septiembre con 76 votos a favor y uno en contra en el Senado y con 124 a favor en la Cámara de Representantes, en sendas votaciones en las que se ausentó buena parte de la oposición.
Además de cambiar el régimen tributario, incrementando al 35 % el impuesto de renta corporativa para empresas, la ley, según el Gobierno, busca llegar a entre 12 y 15 millones de colombianos con programas sociales y se pretende ampliar al 50 % de la población del país que reciben ayudas para dificultades económicas.
El presidente aseguró que con esta ley se mantienen beneficios sociales como el ingreso solidario que se concedió en la pandemia a muchos hogares o la excepción de IVA a 2 millones de hogares vulnerables.
«Más de 4 millones de hogares van a tener un apoyo económico», alegó Duque, quien explicó que también incluye subsidios a empresas que contraten a menores de 28 años para incentivar el empleo juvenil y que pretende recaudar más del 1,7 % del Producto Interior Bruto (PIB), algo que «ninguna reforma de este siglo» ha hecho.
«Esta es una reforma que concilia lo social con la responsabilidad fiscal. Solamente los demagogos y los populistas creen que las reformas sociales se hacen sin ninguna responsabilidad fiscal», remarcó el presidente.
LA ANTERIOR REFORMA
A raíz de la pandemia, la pobreza monetaria en Colombia subió el año pasado 6,8 puntos con respecto a 2019 y se situó en el 42,5 %, lo que significa que el número de pobres del país aumentó en 3,6 millones de personas al pasar de 17,4 a 21 millones, según el Departamento Administrativo de Estadística Nacional (DANE).
Esta propuesta llega luego de que el anterior proyecto de reforma tributaria desatara multitudinarias protestas que comenzaron el pasado 28 de abril y se prolongaron por dos meses, periodo que coincidió con el momento más crítico de la crisis por la covid-19.
Con ese proyecto el Gobierno esperaba recaudar 25 billones de pesos (unos 6.579 millones de dólares) con iniciativas impopulares como la ampliación de la base tributaria o el progresivo aumento del impuesto a la renta a quienes ganan menos.
El estallido de una crisis social sin precedentes en la historia reciente del país provocó la renuncia del impulsor de la reforma, el titular de Hacienda Alberto Carrasquilla, y obligó a Duque a retirar la iniciativa, que no alcanzó a ser debatida en el Congreso, y a ordenar la creación de este nuevo documento a partir del consenso entre partidos políticos, organizaciones civiles, la academia y el sector privado.