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22 de noviembre de 2024

Konecta, la empresa más igualitaria de América Latina

Lima, 2 dic (EFE).- Está en Lima, opera en América Latina, es de capital español y es la mejor empresa de toda la región para trabajar si eres mujer o parte de la comunidad LGTBI. Es Konecta, una compañía para la que el enfoque de género es bueno para sus empleados, para el mundo al que sirve y para los negocios.

Por segundo año consecutivo, en 2020 Konecta ha obtenido la distinción de la mejor empresa regional en el Ránking Par, que recoge y analiza las políticas de 910 empresas y que ha encontrado en esta compañía de servicios empresariales un ejemplo paradigmático de qué y cómo hacer en el camino hacia la equidad de género y la inclusión.

Más allá de los números paritarios (el 50% de los mandos medios, el 50 % de la directiva y el 60% de todos los colaboradores son mujeres), Konecta explica su reconocimiento apuntando a que la equidad ya forma de la identidad corporativa de la empresa.

Violeta Orozco, la gerente general en Perú de esta compañía que emplea a 12.500 personas, habla con orgullo de estos logros, tanto por lo que representa para la imagen de la corporación como por lo que significa socialmente un compromiso por la igualdad y en la construcción de una «comunidad donde todos y todas se sienten seguros» que forma parte de su «razón de ser como compañía».

EMPIEZA CON LA VIOLENCIA

Todo este compromiso empezó, según relató Orozco a Efe, por un caso de violencia.

«Tuvimos un caso de violencia en una de nuestras escuelas de formación en Pachacutec (sur de Lima) hace ya más de siete años. Vimos que una de las chicas tenía una pareja que la prohibía salir de la casa y su mamá le cuidaba el niño para que ella pudiera escaparse y venir a la clase. Me dio tanta indignación que dije, esto no puede ser más», relató.

De forma inmediata, Orozco y su equipo organizaron un programa de combate a la violencia de género y otro de formación y liderazgo femenino en el seno de la empresa para sus miles de empleadas, muchas de las cuales pertenecen a los sectores más pobres del país.

«Un objetivo primario fue que hubiera paridad en todos los niveles de la organización, algo que ya se daba, pero queríamos asegurar que cuando yo no esté, hubiera mujeres ya dentro del liderazgo y que su presencia estuviera integrada a la cultura empresarial. Y para eso había que empoderar, entrenar y formar mujeres para que a su vez sean mentoras de otras mujeres», explicó.

Como nada se da por hecho, en su lucha por la promoción de igualdad de oportunidades en la empresa hay una explícita y formal política de equidad, un plan de igualdad y un comité de equidad con participación de la alta dirección, los mandos medios y los colaboradores.

Konecta también ofrece planes de asesoramiento legal y apoyo psicológico a víctimas de violencia, canales abiertos de denuncia para todos y todas que lo necesiten, así como beneficios orientados a impulsar la igualdad, como la ampliación del plan de licencia de paternidad y maternidad, seguro para parejas LGTBIQ+ y licencias por matrimonio y/o por adopción.

Por contar, hasta cuentan con baños inclusivos.

«Sí, somos un referente. Y esto lo estamos hablando y compartiendo con otras empresas, porque ¿para qué se tienen que retrasar implementando medidas de este tipo si ya tenemos la información? Se la damos, todo. No nos interesa retrasar más esto, pues la idea es que sumen, que la gente quiera hacer más cosas», dijo orgullosa Orozco.

ELLOS

Un aspecto clave para Konecta fue también la conciencia de que para lograr la igualdad un punto esencial es trabajar con los hombres para que éstos sean también agentes de cambio.

«Empezamos el programa Ellos, para tratar sesgos inconscientes, machismos, las nuevas masculinidades… Para la equidad se tiene que trabajar con hombres y mujeres, no sirve ir sólo por un lado. No sirve empoderar si luego hay un jefe que no ha interiorizado», razonó la gerente.

Así, Orozco indicó que en la empresa ahora, por ejemplo, hay conciencia hasta del vocabulario que se usa y, fundamentalmente, un incremento en el «autoconocimiento de los colaboradores», que a través de las políticas de género han comenzado a descubrir «sus fortalezas y sus debilidades».

«Vimos que entre las compañeras lo que había un denominador común que era el miedo: miedo a que las deje, a perder el trabajo, a perder los hijos, miedo a todo. Y eso es lo peor que te puede pasar, pues por ese miedo dejan de hacer lo que quieren y se les pasa la vida», destacó.

En Konecta ese miedo parece haberse reducido, y eso ha tenido repercusiones positivas para la compañía y para su negocio, con mujeres que se atreven a postular a más puestos y asumir mayores responsabilidades.

«Pero se tiene que seguir trabajando, pues se necesita que desde abajo se vea que hay mujeres arriba, y esa es la mejor inspiración», señaló.

NEGOCIO

Para Konecta, la equidad también ha conducido a un camino de éxito profesional.

«Es un éxito cuando nos piden más mujeres para equilibrar los equipos de sistemas. Luego ven que el clima de trabajo mejora y sigue que los sistemas también mejoran. Si ambos géneros trabajan en desarrollos, los resultados son excelentes para los usuarios. Al incorporar mujeres al diseño, los productos y procesos son mejores para el usuario», explicó Orozco.

Para la responsable de Konecta, alcanzar esta situación pasa ineludiblemente por contar con «un compromiso genuino» que debe empezar «desde la alta dirección», responsable de liderar el trabajo para que todos los niveles de la compañía se comprometan y participen en las acciones que se vayan a realizar.

Luego hay que establecer grupos que lideren el trabajo a seguir de forma paralela al establecimiento de políticas internas que definan y guíen las acciones en materia de equidad, diversidad o inclusión.

«Y es clave contar con programas, pero más que eso, que sean programas que se adecúen a las necesidades de los colaboradores. Se necesita considerar el perfil de las personas con las que trabajas para tener un programa sostenible», razonó.

Por último, «este es un trabajo que se debe realizar de manera constante y permanente».

EL FUTURO

En cualquier caso, Orozco vaticinó que si bien Konecta parece avanzada en su camino hacia la igualdad, el hecho, «se quiera o no se quiera», es que las organizaciones que quieran tener éxito en el futuro tendrán que asumir ineludiblemente la equidad como bandera.

«En poco tiempo, todo esto va a ser parte de todas las empresas. Ahora venimos de un período de protestas sociales en Perú, donde la gente joven expresó que quería un cambio. Y no sólo del Gobierno o del presidente, sino un cambio general. Y las protagonistas de esas movilizaciones fueron mujeres jóvenes», apuntó Orozco.

A su juicio, esas jóvenes mujeres y hombres ya no van a querer trabajar para empresas que no cumplan con requisitos mínimos de equidad y, por tanto, «quien no hable de equidad, inclusión o diversidad, no va a tener cabida en el futuro».

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