Brasilia, 14 ago (EFE).- La actividad económica de Brasil se desplomó un 10,94 % en el segundo trimestre de este año frente a los tres meses precedentes, lastrada por las medidas de aislamiento impuestas para contener la pandemia del coronavirus, informó este viernes el Banco Central.
El Indice de Actividad Económica es considerado como un dato previo del producto interno bruto (PIB), que el Gobierno divulgará el próximo 1 de septiembre, y refleja el fuerte impacto económico de la crisis sanitaria en Brasil, que deja ya más de 105.000 muertes y 3,2 millones de infectados.
De confirmarse esa retracción, la mayor economía suramericana entrará en «recesión técnica» al encadenar dos trimestres consecutivos en negativo, tras la caída del 1,5 % del PIB registrada entre enero y marzo de este año.
El Banco Central informó que la actividad económica de Brasil acumula una caída del 6,28 % en los seis primeros meses del año, lo que arroja un descenso interanual del 2,55 %.
No obstante, el indicador presentó un crecimiento del 4,89 % en junio frente a mayo pasado, coincidiendo con el inicio de la flexibilización de las medidas de distanciamiento impuestas desde marzo por los estados y municipios brasileños, pese a que la curva epidemiológica aún seguía en fase creciente.
En la comparación con junio de 2019, la actividad económica brasileña se hundió, sin embargo, un 7,05 %.
Según analistas consultados por el Banco Central, la economía brasileña cerrará 2020 con una caída del 5,6 %, aunque organismos internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, son más pesimistas y sitúan esa retracción entre el 8 y el 9 %.
Por su parte, el Gobierno de Jair Bolsonaro, que durante la crisis sanitaria se ha mostrado más preocupado con los efectos económicos del coronavirus, prevé una contracción del PIB del 4,7 %.
Antes de la irrupción de la COVID-19, Brasil esperaba despegar en este 2020, tras encadenar tres años consecutivos con débiles crecimientos que superaron por poco el 1 % y no revirtieron el desplome de alrededor del 7 % registrado entre 2015 y 2016.
Los efectos de esa profunda recesión aún seguían latentes en el país con una tasa de desempleo de dos dígitos y que ahora, con la pandemia, se ha disparado por encima del 13 %, equivalente a 12,8 millones de personas en busca de un trabajo.