Buenos Aires, 25 jun (EFE).- La elevada inflación en Argentina, uno de los mayores problemas macroeconómicos del país, se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza para quienes aspiran a comprar una vivienda o quienes alquilan una debido a las fuertes indexaciones de créditos hipotecarios y contratos de renta.
La magnitud del problema es tal que desde hace unas semanas se debaten en el Parlamento argentino alternativas para aliviar a los deudores hipotecarios y descomprimir el mercado de alquileres.
En Argentina, donde el precio de las propiedades se fija tradicionalmente en dólares estadounidenses como referencia, la depreciación continua del peso argentino en un contexto de elevadísima inflación ha encarecido los costos para acceder a créditos hipotecarios y también ha complicado las condiciones de muchos asalariados para postular a préstamos.
La alta inflación -50,9 % en 2021- representa un desafío para quien califica a un crédito, ya que los préstamos están indexados con coeficientes ligados a la evolución de la inflación, con pronósticos de aceleración hasta niveles inciertos (entre 70 y 80 % para este año, según las últimas proyecciones privadas, ajustadas al alza mes a mes).
Este escenario explica por qué el otorgamiento de créditos hipotecarios ha caído y actualmente no representan más que el 0,4 % del PIB, de acuerdo con datos de mayo pasado difundidos por el Banco Central.
A comienzos de junio el Parlamento ha comenzado a analizar proyectos para dar respuesta a los problemas que afrontan las casi 120.000 personas que desde 2016 han accedido a los denominados créditos UVA, préstamos hipotecarios indexados por inflación.
Cuando se pusieron en marcha, esos prestamos tenían una cuota que en general no superaba el monto de un alquiler, pero desde 2018, con el fuerte aumento de la inflación, esas cuotas comenzaron a dispararse, hasta montos que para algunos se volvieron impagables.
PRECIOS VERSUS SALARIO
Según datos del último informe de Relevamiento Inmobiliario de América Latina -realizado por el Centro de Investigación en Finanzas de la argentina Universidad Torcuato Di Tella-, Buenos Aires es la tercera ciudad más cara de la región para comprar una propiedad, con un precio promedio de 2.570 dólares por metro cuadrado.
En tanto, según el dato más reciente del Ministerio de Trabajo, el salario promedio del sector privado registrado en Argentina fue en marzo pasado de 137.777 pesos, lo que equivale a 1.070 dólares al tipo de cambio oficial, o a 603 dólares a la cotización del dólar financiero MEP, que resulta una conversión más realista ya que el acceso al dólar en la plaza oficial en Argentina está muy restringido.
Considerando que un apartamento monoambiente (estudio) tiene en promedio en Buenos Aires 32 metros cuadrados, valdría 82.240 dólares una propiedad de este tipo.
Un argentino con un salario de 603 dólares debería destinar 136 sueldos (los ingresos completos de 11 años) para poder comprar una propiedad monoambiente.
ALQUILAR TAMBIÉN ES DIFÍCIL
Con un escenario tan complejo para acceder a la compra de una vivienda, alquilarla no resulta tampoco algo sencillo.
Además de las garantías a presentar y de la escasa y cara oferta de propiedades disponibles para alquilar, los pagos también están a merced de los ajustes por inflación en un país donde el 17,3 % de los habitantes de grandes centros urbanos alquila el sitio donde vive.
Actualmente, el Parlamento argentino está tratando un proyecto de reforma a la Ley de Alquileres, norma aprobada en 2020 y que regula, entre otros aspectos, la forma y el plazo de actualización del monto del alquiler, la duración del contrato y las garantías.
Especialistas coinciden en que la ley produjo una retracción de la oferta de propiedades en alquiler y, por ende, mayores costes de renta para los inquilinos.
En la ciudad de Buenos Aires, los altos precios impiden a gran parte de la población alquilar siquiera un monoambiente, empujándoles hacia zonas con infraestructura y servicios de menor calidad.
Según un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, el alquiler promedio de un monoambiente en Buenos Aires es de 45.000 pesos (350 dólares al tipo de cambio oficial), cifra que en moneda local es casi equivalente a un salario mínimo en Argentina.
Natalia Kidd