Río de Janeiro, 4 nov (EFE).- La petrolera brasileña Petrobras descartó este viernes que pretenda incluir por ahora en el plan de venta de activos su participación en el bloque Tayrona, una concesión que opera en aguas profundas del Caribe en Colombia, aunque no niega que en un futuro pueda hacerlo.
«El bloque (Tayrona) sigue en nuestro portafolio de activos, como estaba previsto en nuestro plan estratégico, pero eso no impide a la compañía seguir haciendo evaluaciones y acompañado los desarrollos para actualizar el plan», afirmó el director financiero de la mayor empresa brasileña, Rodrigo Araújo, en una rueda de prensa.
El ejecutivo dijo que los recientes descubrimientos de reservas de gas natural en ese bloque le dieron valor al activo pero que eso no descarta que en un futuro se evalúe su posible negociación.
«Tuvimos resultados recientes bastante satisfactorios y eso incorpora valor al activo», afirmó al indicar que el descubrimiento eleva el valor del bloque en caso de una posible venta.
«Pero el monitoreo es constante. El ejercicio de gestión del portafolio es algo permanente y algo natural», agregó al indicar que en un futuro, dependiendo de las circunstancias, el bloque puede ser incluido en el plan de desinversiones.
En los últimos años Petrobras ha vendido numerosos activos que no considera estratégicos y especialmente participaciones en proyectos en el exterior, para concentrar su inversión en las actividades más rentables, sobre todo en la explotación de hidrocarburos en las gigantescas reservas del presal, un horizonte en aguas profundas del océano Atlántico del que ya extrae el 70 % del crudo que produce.
Petrobras, que es operador del consorcio que se adjudicó la concesión para explotar el bloque Tayrona con el 44,4 % de participación, y en el que la colombiana Ecopetrol tiene un 55,6 %, anunció en julio pasado el descubrimiento de una reserva de gas natural en dicho activo, cuyo tamaño aún necesita dimensionar.
La acumulación de gas natural fue descubierta con el pozo exploratorio Uchuva-1, perforado en aguas profundas en el Caribe colombiano a unos 32 kilómetros del litoral de Colombia.
Según un comunicado divulgado en la época por la mayor empresa de Brasil, el hallazgo «aumenta las perspectivas de desarrollo de una nueva frontera de exploración y producción de hidrocarburos en Colombia».
