Brasilia, 7 jul (EFE).- La Cámara de Diputados de Brasil aprobó en la madrugada de este viernes, en segunda votación en el plenario, la reforma tributaria propuesta por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y que se discute en el país desde hace tres décadas.
En una votación que se extendió hasta la madrugada de este viernes, la Cámara de Diputados aprobó el texto base de la iniciativa, una de las prioridades del Ejecutivo y que simplifica el complejo sistema impositivo del país.
La segunda votación terminó con 375 votos a favor, 113 contrarios y tres abstenciones, un poco menos de apoyos que en la primera, pero ampliamente suficientes para avanzar con el Proyecto de Enmienda constitucional (PEC)
En la primera votación en el pleno de la Cámara baja, 382 diputados se manifestaron a favor de la propuesta, 118 en contra y tres se abstuvieron de votar, por lo que superó con amplia ventaja el mínimo de 308 votos que necesitaba para avanzar.
El proyecto, que tendrá este viernes votaciones específicas pero que no modifican el texto básico, será encaminado ahora al Senado, en donde igualmente necesitará ser aprobado en dos votaciones con el apoyo de tres quintas partes de los 81 legisladores.
La iniciativa contó en la Cámara incluso con el respaldo de la mayoría de los parlamentarios del Partido Liberal (PL), la formación encabezada por el expresidente Jair Bolsonaro, pese a que el líder ultraderechista había solicitado a sus correligionarios que la rechazaran.
El gobernador de Sao Paulo -el estado más rico y estratégico-, Tarcísio de Freitas, exministro de Bolsonaro y apuntado para ser su sucesor ante la pérdida de los derechos políticos del exmandatario hasta 2030, se manifestó el jueves a favor de la reforma, lo que provocó descontento en sectores de la derecha bolsonarista.
La reforma altera por completo el complejo modelo tributario adoptado por Brasil en la década de 1960 con el objetivo de simplificar el sistema, unificar diversos impuestos cobrados por las administraciones nacional, regionales y municipales y que se sobreponen, y reducir la evasión fiscal.
El proyecto, que cuenta con total respaldo de la mayoría de las patronales y de las principales entidades empresariales, crea el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) para unificar los cinco tributos que son cobrados actualmente sobre el consumo.
El impuesto pasará a ser cobrado por el Gobierno federal y una parte de la recaudación será distribuida a las regiones y los municipios mediante un fondo especial.
Según el Ministerio de Hacienda, la reforma puede impulsar un crecimiento adicional para el PIB del 12 % en 15 años debido a que reducirá los costos para las empresas.
El presidente de la Cámara de Diputados, el centrista Arthur Lira, quien fue aliado en el Gobierno de Bolsonaro (2019-2022), fue uno de los principales defensores de la reforma y le pidió a los legisladores tratarla como un asunto de interés del Estado y no perjudicarla por divergencias partidarias.