Bogotá, 28 oct (EFE).- La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) abogó por una agricultura más sostenible que garantice una mejor producción luego de analizar 25 proyectos en América Latina y el Caribe que fueron financiados por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM).
«Para la FAO es fundamental avanzar hacia una agricultura más sostenible, resiliente e inclusiva, para una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una mejor vida», expresó la oficial de Financiamiento Climático de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, María Mercedes Proaño.
La funcionaria agregó que «el trabajo de FAO está altamente alineado con las metas del FMAM».
En su estudio, el organismo sistematizó la información de los 25 proyectos financiados por el FMAM y destacó los beneficios no solo ambientales sino también económicos y sociales que han dejado.
Estas iniciativas fueron implementadas en la región entre 2015 y el 30 de junio del 2020 y para ellas se destinaron 98,7 millones de dólares del FMAM y se consiguieron recursos de cofinanciamiento por 561 millones de dólares.
«El 44 % de los proyectos abordó la conservación y gestión sostenible de la biodiversidad, el 12 % contribuyó con la acción climática, el 8 % fortaleció la cooperación transfronteriza para el manejo de aguas internacionales y un 8 % redujo y/o descartó productos químicos y desechos tóxicos en la agricultura», detalló la FAO en un comunicado.
Al revisar las iniciativas a la luz de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el informe resalta que «18 contribuyeron al ODS Hambre Cero, dos al ODS Salud y Bienestar, tres al ODS Agua Limpia y Saneamiento, cinco al ODS Producción y Consumo Responsables, 21 a Acción por el Clima, ocho al ODS Vida Submarina, 19 al ODS Vida de Ecosistemas Terrestres, y 25 al ODS Alianzas para lograr los objetivos».
IGUALDAD E INGRESOS
Por otra parte, el 20 % de las iniciativas contó con un plan de acción para el cierre de brechas de género y del total de 55.900 beneficiarios, 25.300 eran mujeres.
Igualmente, iniciativas como la de Conservación y Buen Vivir en la provincia ecuatoriana de Napo permitió un aumento del 27 % de los ingresos para cerca de 1.980 personas.
«Otro beneficio detectado es que en el 60 % de los proyectos hubo participación directa de 28 comunidades indígenas y tres comunidades afrodescendientes, donde se logró el fortalecimiento de sus medios de vida», agregó la información.