Tapachula (México), 13 abr (EFE).- Tras el anuncio de EE.UU. de un acuerdo con Honduras, Guatemala y México para movilizar a sus agentes de seguridad, la frontera sur mexicana amaneció este martes tranquila pese a que hay 12.000 elementos, entre militares y funcionarios, encargados de controlar el fenómeno migratorio en el país.
Este lunes, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunció que había hasta 10.000 efectivos en la frontera de México con Guatemala, en el sur del país.
«Estimo que hay 12.000 personas de muy diferentes dependencias focalizadas, pero no de ayer, ya tienen más de un mes (desplegados)», aclaró este martes el canciller, Marcelo Ebrard, en la rueda de prensa matutina del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que entre los miles de desplegados para frenar la ola migratoria hay agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), efectivos de la Guardia Nacional y funcionarios del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF), que se encarga de los menores de edad.
También hay miembros del Ejército y de la Marina.
Según constató Efe, este martes la frontera entre México y Guatemala, al menos por la localidad chiapaneca de Suchiate, donde el río del mismo nombre separa a los dos países, amaneció completamente tranquila.
No se vislumbraban decenas de personas cruzando de un lado a otro del río, como antaño, pero tampoco presencia de migrantes ni de fuerzas de seguridad que en días pasados sí hacían patrullajes a lo largo de este punto para evitar cruces ilegales.
Esta imagen contrasta con el despliegue que México llevó a cabo a finales de marzo, cuando miles de elementos públicos realizaron incluso desfiles en varios municipios del sur, con el fin último, dijeron las autoridades, de frenar la propagación del coronavirus.
Si bien desde marzo de 2020 los cruces fronterizos en la frontera norte estaban muy restringidos, esa fue la primera ocasión en que se anunciaron medidas claras para la frontera sur, y se relacionó con el alza del fenómeno migratorio, que ha alcanzado cotas récords.
Ahora en Chiapas se observan fuerzas de seguridad, pero muy pocos efectivos se despliegan en los cruces tradicionales de país y en pasos irregulares, que es por donde ahora pasan los migrantes.
Únicamente en el tramo carretero Ciudad Hidalgo-Tapachula y Talismán – Tuxtla Chico se tienen establecidos tres retenes establecidos por dos agentes de migración y personal de la Guardia Nacional.
OTROS PUNTOS DE LA FRONTERA
En otros puntos de la frontera sur, como por Tenosique (Tabasco), sí hay una mayor presencia de guardias nacionales, aunque no haya un gran despliegue.
En Tenosique, en el suroriental estado de Tabasco, según contaron a Efe activistas de la zona, el volumen de migrantes se ha reducido en el último mes y, además, hay la presencia fija de un cuartel de la Guardia Nacional que desincentiva los cruces.
Una activista del refugio para migrantes La 72 dijo, bajo condición de anonimato, que se han mantenido las deportaciones de personas.
Aunque no hay un despliegue de miles de efectivos, las fuerzas de seguridad sí que realizan rondines y retenes en varias localidades y carreteras de la región.
Cuando localizan a migrantes irregulares, estos hacen deportaciones «exprés», subiéndolos en autobuses y devolviéndolos a Guatemala, según la activista.
Mientras que en la región norte, al menos en los municipios fronterizos de Tijuana y Matamoros, hay una presencia habitual de miembros de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM). Y la Guardia Nacional normalmente se dedica a las tareas de seguridad.
La semana pasada, el Gobierno estadounidense reveló cifras récord de detenciones de indocumentados en su frontera con México, con más de 172.000 en el mes de marzo, entre ellos casi 19.000 menores, un récord histórico.
Mientras que México informó este martes que se presentaron ante el INM a 17.445 extranjeros en marzo, una cifra sustancialmente superior a los 6.172 casos de diciembre pasado.