Buenos Aires, 21 abr (EFE).- La industria frigorífica de Argentina alertó este miércoles sobre el daño que puede sufrir el sector ganadero con la decisión del Gobierno de abrir un registro de exportaciones de carnes, un mecanismo ya utilizado en el pasado y que en la práctica impuso límites a los envíos al exterior.
La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes de Argentina dijo en un comunicado que la decisión gubernamental «ataca directamente a la producción ganadera, en una nueva embestida de este Poder Ejecutivo contra el sector agropecuario».
El Gobierno de Alberto Fernández resolvió este martes crear un nuevo registro para la exportación de carnes y derivados para «evitar posibles desequilibrios» de abastecimiento y precio en el mercado doméstico, «transparentar» las operaciones de venta de carne al exterior y «evitar subfacturaciones y triangulaciones con países vecinos».
El Ejecutivo ya había anticipado la semana pasada que adoptaría medidas de este tipo ante la elevada inflación que registra Argentina, principalmente en los alimentos.
La creación de un registro de exportaciones, entre otras medidas, ya había generado un conflicto en 2008 entre el sector agropecuario y el Gobierno de Cristina Fernández, actual vicepresidenta del país.
La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes sostuvo que aquella regulación de las exportaciones llevó a la pérdida de 12,3 millones de cabezas de ganado vacuno y, luego de un corto período, al aumento del precio de la carne en el mercado doméstico.
«Aún tenemos esperanza de que se revean las medidas, porque su implementación sin dudas generará caída de las exportaciones, con pérdidas de 500 millones de dólares solo en el presente año», advirtió la entidad empresarial.
Por su parte, las cuatro mayores organizaciones de productores agrícolas y ganaderos del país se declararon en estado «de alerta» ante la medida, la que también cuestionaron como una «arbitrariedad manifiesta».
Según los datos más recientes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Argentina es el quinto productor y el cuarto exportador mundial de carne vacuna.