Río de Janeiro, 12 ene (EFE).- Brasil cerró 2020 con una inflación del 4,52 %, la más elevada desde 2016 y por encima del centro de la meta de 4,0 % fijada por el Gobierno para el año pero dentro del margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales, pujada por el alza de los alimentos, informó este martes el Gobierno.
De acuerdo con el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge), la inflación en el país en un año no era tan elevada desde el 6,29 % medido en 2016; quedó 0,21 puntos porcentuales por encima de la de 2019, que fue del 4,31 %, y se ubica arriba de las expectativas del mercado, que eran del 4,37 %.
Tan solo en diciembre los precios subieron un 1,35 % frente al alza del 0,89 % registrada en noviembre y al aumento del 1,15 % del mismo mes del año anterior.
Según el organismo estatal, Brasil registró en el último mes de 2020 la mayor inflación para un mes de diciembre desde la de 2002, cuando fue del 2,10 %.
La inflación del año pasado fue presionada por el aumento del 14,09 % en los precios de los alimentos y las bebidas, un efecto de la crisis generada por la pandemia del coronavirus que pesó en el bolsillo de los brasileños.
Se trata del mayor crecimiento de precios para el sector de alimentos y bebidas desde 2002 (19,47 %) y fue provocado principalmente por el aumento de la demanda por estos productos en tiempos de cuarentena, la subida del dólar y los precios de las materias primas en el mercado internacional.
Los precios de varios alimentos de consumo diario en los hogares brasileños se dispararon el año pasado siendo las alzas más elevadas las del aceite de soja (103,79 %) y el arroz (76,01 %). La leche subió un 26,93 %, seguida de las frutas (25,40 %), la carne (17,97 %), la papa (67,27 %). %) y el tomate (52,76 %).
También impactó para el aumento de la inflación el incremento del precio de la vivienda (5,25 %) y el de los artículos para el hogar (6,0 %). En conjunto, los tres grupos respondieron por casi el 84 % de la inflación de 2020 en el país.
El único grupo que presentó una variación negativa fue el de vestuario, con un descenso del 1,13 %.
El Banco Central se había fijado para 2020 una meta de inflación del 4,0 % con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales, con lo que el índice podía variar desde un mínimo de 2,5 % hasta un máximo de 5,5 %.
A pesar de estar por encima del centro de la meta, la inflación oficial se mantuvo dentro del límite por quinto año consecutivo.
Para 2021, el mercado financiero subió su proyección para la inflación desde el 3,32 % previsto a finales del año pasado hasta el 3,34 % proyectado en la primera semana del actual. Este año, la meta de inflación del Gobierno es de 3,75 % y se cumplirá oficialmente si el índice fluctúa entre un margen de 2,25 % a 5,25 %.
La inflación en Brasil cayó gradualmente en los últimos años con excepción de 2015 (10,67 %), cuando registró su mayor nivel desde 2002, y su descenso ha llevado al Banco Central a iniciar una bajada sostenida de la tasa oficial de intereses, situada hoy en mínimos históricos (2,00 % anual).