Río de Janeiro, 10 dic (EFE).- La inflación de Brasil alcanzó un 0,95 % en noviembre y acumuló un 10,74 % en los últimos doce meses, la mayor tasa para un interanual desde noviembre de 2003, impulsada nuevamente por el aumento del precio de la gasolina, que se ha disparado un 50,7 % en el último año.
Con el resultado, el gigante suramericano ya alcanzó este año una inflación de 9,26 %, según el informe divulgado este viernes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge).
El alza de los precios en noviembre estuvo 0,30 puntos porcentuales por debajo del índice de octubre (1,25 %) y prácticamente estable con la tasa registrada en el mismo mes de 2020 (0,89 %).
Con la inflación de noviembre, el acumulado interanual se mantiene por tercer mes consecutivo en los dos dígitos, y a más del doble de la máxima esperada por el emisor.
El Banco Central de la primera economía latinoamericana se impuso para este año un objetivo de inflación de 3,75 %, con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales.
Todos los nueve grupos de productos y servicios registraron alzas en noviembre en Brasil y el mayor impacto en la subida de los precios se sintió en el de transporte, que alcanzó el 3,35 % empujado por el precio de los combustibles y especialmente por la gasolina, que subió un 7,38 % el mes pasado.
El transporte tuvo la mayor variación y el impacto más fuerte de todo el conjunto analizado este mes (0,72 puntos porcentuales), pero la vivienda (1,03 %) y el segmento de gastos personales (0,57 %) también contribuyeron a la subida.
La inflación en noviembre estuvo un poco por debajo de la media de 1,1 % proyectada por el mercado, que estimaba un aumento de los precios de entre 0,86 % y 1,23 %.
Los analistas calculan una subida de los precios del 10,18 % en 2021 y si esto se confirma, Brasil cerrará con la mayor tasa de inflación para un año desde 2015 (10,67 %).
En un intento por controlar el fuerte aumento de la inflación en los últimos meses, el Banco Central ha venido subiendo los tipos de interés, que se encuentran en el 9,25 % anual, su mayor nivel desde 2017, tras siete alzas consecutivas este año.
De acuerdo con el emisor, las alzas en los tipos continuarán en 2022 y para febrero se espera que la tasa llegue al 10,75 % anual, la más alta desde mayo de 2017.
LA INFLACIÓN TAMBIÉN SE DESFASARÁ EN 2022
Las proyecciones para la inflación en Brasil el próximo año no son optimistas para el mercado, que por primera vez cree que superará la meta establecida para 2022, con una previsión del 5,02 %.
Si los cálculos de los economistas se cumplen, el próximo sería el segundo año consecutivo en el que la potencia suramericana arrojaría una inflación fuera del objetivo trazado.
El emisor se impuso una meta de inflación de 3,5 % para 2022, con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales.
De acuerdo con la última edición del boletín Focus, una publicación del emisor que semanalmente recoge las opiniones del mercado, en tan solo cuatro semanas las estimativas para la inflación del próximo año pasaron de 4,63 % a 5,02 %
La apuesta del Emisor de encarecer el dinero, los créditos y por ende el consumo, para frenar el alza de los precios es un arma de doble filo para un país que está en «recesión técnica» tras encadenar dos trimestres seguidos de crecimiento negativo y con el desempleo aún en niveles elevados.
El Producto Interior Bruto (PIB) de la mayor economía latinoamericana retrocedió 0,1 % en el tercer trimestre frente al segundo tras haberse contraído 0,4 % en los tres meses anteriores.