San José, 20 sep (EFE).- La inflación más alta de la última década y el aumento de las tasas de interés siguen afectando a los costarricenses en un 2022 que se prevé cerrará con un bajo crecimiento económico en este país centroamericano.
La inflación acumulada en Costa Rica en los primeros 9 meses de 2022 alcanzó el 9,45 %, mientras que el índice interanual llegó al 12,13 %, las cifras más altas de la última década.
Una encuesta publicada a finales de agosto por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la estatal Universidad de Costa Rica, reveló que el costo de la vida es visto como el principal problema del país con un 42 % de las opiniones.
Le siguen de lejos el desempleo (15,2 %), la corrupción (11,2 %) y la inseguridad ciudadana (7,3 %), entre otros.
La tendencia al alza de los precios se ha consolidado desde abril pasado con fuertes aumentos en bienes y servicios como la gasolina, el diésel, el transporte público, la papa, el tomate, los huevos, entre otros.
En 2021, Costa Rica terminó con una inflación del 3,30 %, la más alta desde 2014 pero dentro del rango meta que había establecido el Banco Central de entre 2 % y 4 %.
A inicios de 2022, el Banco Central mantuvo ese objetivo, pero conforme ha avanzado el año ahora proyecta que la inflación cerrará en alrededor del 10 %.
A esto se suma el alza que están teniendo las tasas de interés, una tendencia que se espera se mantenga en el corto plazo luego de que el pasado 14 de septiembre el Banco Central anunció un aumento en 100 puntos base de la Tasa de Política Monetaria (TPM), hasta ubicarla en el 8,50 %.
«El Banco Central es consciente del efecto que los incrementos en la TPM tienen sobre las tasas de interés del sistema financiero y, consecuentemente, de las implicaciones que en el corto plazo generan sobre la demanda de crédito, el ingreso disponible y la actividad económica», indicó la entidad.
El banco aseguró que «busca la convergencia de la inflación a niveles bajos y al menor costo posible en términos de crecimiento económico, para lo cual es necesario actuar con prudencia, pero con firmeza, en reducir la persistencia de los altos niveles de inflación».
El BCCR detalló que según la información que ha analizado, la inflación llegó a su pico interanual en agosto, pero que se tardará hasta mediados de 2024 para ubicarla de nuevo en el rango meta de máximo 4 %.
El economista de la Bolsa Nacional de Valores, Mauricio Castro, dijo que las personas que tienen créditos formalizados experimentarán incrementos en las cuotas y que para quienes analizan solicitar un crédito deben evaluar la situación actual, ya que los costos han aumentado.
«La TPM tiene un efecto retardado. Los efectos se van a ir observando de forma gradual y conforme la facilidad que tengan las entidades para ajustar las tasas de interés», explicó.
Todo esto se presenta en un contexto de bajo desaceleración de la economía para lo que resta de 2022 y para 2023, debido a la coyuntura internacional y las persistentes presiones inflacionarias.
Según las proyecciones más recientes del Banco Central, Costa Rica tendrá un crecimiento económico del 3,4 % en 2022 y del 3,2 % en 2023.
Esto significa que se mantiene la estimación hecha en abril para el año 2022, pero se revisa a la baja en 0,7 puntos porcentuales la del 2023.