París, 1 dic (EFE).- La economía brasileña caerá este año un 6 % y avanzará un 2,6 % en 2021, indicó este martes la OCDE, que con esas previsiones mejora sus cálculos para 2020 pero empeora los del siguiente.
En su informe semestral de perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo en cinco décimas la caída para 2020 respecto a sus datos de septiembre, y rebajó en un punto el incremento del próximo año.
El producto interior bruto (PIB) de Brasil aumentará un 2,2 % en 2022, añadió esa organización con sede en París, que recalcó que, a pesar de que el número de contagios y de muertes por coronavirus se mantiene alto, la economía brasileña ha empezado a recuperarse en un amplio abanico de sectores.
Brasil acumula hasta el momento unos 6,3 millones de casos y supera las 172.000 muertes por covid-19. La OCDE destacó que las vulnerabilidades fiscales se han visto exacerbadas por la necesaria respuesta a esa crisis sanitaria y constató que la deuda pública ha aumentado.
Su informe reflejó también que la fuerte respuesta de la política fiscal y monetaria ha conseguido prevenir una contracción económica más fuerte.
El consumo privado caerá este año un 7 % y subirá un 3,8 y un 2,2 % en 2021 y 2022, respectivamente. El del Estado, por su parte, retrocederá un 1,6 % en 2020, y descenderá un 0,1 y un 0,4 % en los dos años siguientes.
La OCDE estima que los principales indicadores de actividad a corto plazo apuntan hacia una recuperación bastante sólida y amplia. Incluso en sectores como el turismo, el entretenimiento o la restauración se aprecian mejoras «notables».
La organización, cuyo secretario general es el mexicano Ángel Gurría, sostuvo que la respuesta de la política fiscal ha sido una de las más fuertes en la región. Las compensaciones al desempleo han llevado además a una reducción de la pobreza a mínimos de hace 40 años.
No obstante, su informe apuntó que la retirada de los subsidios de emergencia minará la recuperación hacia principios de 2021, antes de que la perspectiva de una amplia disponibilidad de una vacuna contra la COVID-19 suponga un nuevo impulso.
Esa proyección hace anticipar a la OCDE que para finales de 2022 se haya dado un regreso de la actividad en Brasil cercano a niveles anteriores a la pandemia, así como que las exportaciones del país se beneficien de la recuperación de la demanda global de comida y minerales.
El organismo calculó que el desempleo alcanzará su pico este año hasta casi un 14 %, y alegó que una mejor formación, más profesional, permitirá a los trabajadores aprovechar nuevas oportunidades surgidas de los actuales cambios estructurales.
