Buenos Aires, 3 jul (EFE).- Dirigentes del principal frente de oposición en Argentina reclamaron este domingo responsabilidad al Gobierno de Alberto Fernández para zanjar las fuertes divisiones internas que este sábado derivaron en la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán.
«Las peleas eternas y públicas del presidente (Alberto Fernández) y de la vicepresidenta (Cristina Fernández) están rompiendo todo. Hay que exigirles que terminen con esta pelea», dijo este domingo Jorge Macri, ministro de Gobierno del Ejecutivo de la ciudad de Buenos Aires y dirigente del Propuesta Republicana (Pro), uno de los partidos que integran el frente opositor Juntos por el Cambio.
En declaraciones a Radio Con Vos, Jorge Macri sostuvo que el país necesita de la «responsabilidad» del jefe de Estado y de la vicepresidenta y consideró que quién asuma al frente del Ministerio de Economía debe ser «un representante de ambos porque sino continuará la pelea eterna».
Por su parte, el alcalde capitalino, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró que Juntos por el Cambio está «comprometido» con «la estabilidad institucional» para que los argentinos no estén «sometidos a la improvisación permanente».
«Argentina está por encima de cualquier persona o interna. Presidente Fernández, tome medidas inmediatas para reducir la incertidumbre que generan los enfrentamientos dentro del propio Gobierno y la ausencia de un plan», dijo el alcalde a través de Twitter.
En tanto, el gobernador de la norteña provincia de Jujuy, Gerardo Morales, quien preside la Unión Cívica Radical (UCR), centenario partido que también integra Juntos por el Cambio, advirtió que el presidente y la vicepresidenta «siguen empujando al país al abismo».
«La renuncia del ministro Guzmán tiene que ver con las internas que destrozan la esperanza del pueblo argentino. Busquen el rumbo, entiendan que hay un pueblo que no da más. Todo un país les exige responsabilidad», dijo el gobernador a través de Twitter.
Guzmán renunció a su cargo en la tarde de este sábado, mientras Cristina Fernández renovaba en un acto sus críticas a la gestión económica del Gobierno de Alberto Fernández.
La vicepresidenta cuestionaba desde el año pasado varios aspectos de la gestión de Guzmán, en particular el ajuste fiscal, con un progresivo recorte del déficit que quedó plasmado como meta de cumplimiento obligatorio en el acuerdo sellado en marzo pasado entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La economía argentina logró crecer el año pasado 10,4 % tras tres años de severa recesión, pero este año la actividad ha perdido vigor, mientras que la elevada inflación, uno de los principales problemas macroeconómicos del país, se ha acelerado.
Las últimas semanas han sido tensas en los mercados, primero con caídas en los bonos de deuda soberana, y luego, tras la decisión el lunes pasado de restringir el acceso a divisas para pagar importaciones, con saltos en las cotizaciones del dólar estadounidense, que llegaron a valores récord.