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22 de noviembre de 2024

La pandemia perjudicó el empleo informal en la capital ecuatoriana

Quito, 2 dic (EFE).- La pandemia del coronavirus y sus efectos perjudicaron las condiciones del mercado laboral en la capital ecuatoriana, sobre todo en el sector del comercio informal, reveló este miércoles un estudio del centro de investigaciones independientes «Grupo Faro».

En Quito, precisó, apenas un tercio de la población que se dedica al comercio lo hace de manera formal, en lugares seguros, con relaciones de dependencia y acceso a la seguridad social, entre otros beneficios de ley.

Por contra, la mayoría de comerciantes informales de Quito han registrado una merma en los ingresos que obtenía antes de la pandemia, pues el estudio de Faro precisa que ese rubro, que era de 250 dólares mensuales antes del inicio de la emergencia sanitaria, cayó a entre 145 y 150 dólares en septiembre pasado.

La encuesta del Grupo Faro se realizó en septiembre a hombres y mujeres de entre 18 y 60 años de edad, sobre una muestra de 9.606 comerciantes registrados en una agencia de control del Municipio capitalino.

Ana Patricia Muñoz, directora ejecutiva del Grupo Faro, precisó que según el estudio, al menos uno de cada cinco trabajadores informales encuestados contaba con «estudios superiores» o universitarios.

«Este capital humano no está siendo utilizado por la productividad que requiere el país para apoyar a la economía ecuatoriana, que enfrenta varios retos», destacó la titular del centro de investigación en una rueda de prensa.

De su lado, María Isabel Sánchez, coordinadora nacional de proyectos de la Organización Internacional de Trabajo para los Países Andinos, que también participó en la rueda de prensa, se refirió a la relación entre las horas de la jornada laboral y los ingresos de los trabajadores informales.

Precisó que los ingresos de estos trabajadores han llegado, «aproximadamente, a 150 dólares mensuales durante la pandemia», pero recordó que ese rubro alcanza «un máximo de 250 dólares en épocas normales».

Dichos ingresos, agregó Sánchez, «son bajos comparándolos con las largas jornadas laborales que mantiene la población en informalidad», con cargas horarias de 47 horas a la semana, que aumentó durante la emergencia sanitaria a 51 horas, según el estudio.

Asimismo, recordó que en Ecuador se calcula que hay unos 400.000 venezolanos, la mayoría de ellos trabajadores que engrosan el sector del comercio informal, aunque también hay una presencia menor de trabajadores autónomos de otras nacionalidades como colombianos, haitianos, peruanos y cubanos.

Por su parte, el exviceministro de Economía Santiago García, también en la rueda de prensa, criticó que, a su parecer, «no existe el sector informal para el sistema financiero nacional» pues «apenas 2 por ciento de los encuestados ha podido acceder a un crédito formal».

Asimismo, dijo que «solamente un uno por ciento ha recibido el bono de desarrollo humano», que distribuye el Estado para apoyar a los sectores más pobres de la sociedad.

La directora del Grupo Faro aseguró que este tipo de investigaciones busca convertirse en «una herramienta básica» que sirva para «la cooperación internacional y el diseño de políticas públicas» que busquen garantizar los derechos de los trabajadores, extender la protección social y promover el diálogo.

Sánchez dijo además que el Grupo Faro ve conveniente que se puedan replicar este tipo de estudios en otras ciudades para «entregar a cada institución gubernamental información pertinente» y especializada en una materia tan delicada como el empleo.

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