Río de Janeiro, 2 ago (EFE).- La producción industrial brasileña acumuló en el primer semestre del año una retracción del 2,2 % frente a los 6 primeros meses de 2021, afectada por los problemas en las cadenas mundiales de suministros y la escasez de materias primas, informó este martes el Gobierno.
De acuerdo con el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), con el mal desempeño del primer semestre, la retracción de la producción de la industria brasileña en 12 meses saltó desde 1,9 % en mayo hasta 2,8 % en junio.
Ese resultado contrasta con el registrado el año pasado, cuando la producción de las fábricas acumuló en 12 meses hasta diciembre un crecimiento del 3,9 %.
Según los datos divulgados hoy por el Gobierno, la producción industrial retrocedió un 0,4 % en junio con respecto a mayo y puso fin a cuatro meses consecutivos de pequeños crecimientos en la comparación con el mes inmediatamente anterior.
Antes de volver a ceder en junio, la producción acumuló un crecimiento del 1,8 % entre febrero y mayo, insuficiente para recuperar la caída del 1,9 % sufrida en enero.
Con el mal desempeño del primer semestre, el nivel de la producción de las fábricas en Brasil se encuentra un 1,5 % por debajo del registrado en el período de prepandemia (febrero de 2020) y un 18 % por debajo del nivel récord que se registró en mayo de 2011.
De los 26 ramos industriales analizados, 18 registraron caídas en la producción en el primer semestre, así como las cuatro grandes categorías del sector, 55 de los 79 grupos y el 62,6 % de los productos incluidos en el estudio.
Por actividades, las que más impulsaron la caída de la producción en el semestre fueron la de vehículos automotores, con un retroceso del 5,4 %, productos de metal (-12,1 %), productos de caucho y plástico (-10,0 %) y minería (-3,3 %).
“Los resultados reflejan las dificultades que el sector industrial sigue enfrentando, como el aumento en los costos de producción y las restricciones al acceso a insumos y componentes para la producción del bien final”, explicó el economista André Macedo, responsable del IBGE por los estudios sobre la producción industrial.
Por esos mismos motivos, agregó, “el desempeño de la actividad industrial en el año se ha caracterizado por las paralizaciones en las plantas, reducciones de las jornadas de trabajo y concesión de vacaciones colectivas”.
El sector también se ha visto afectado por la fuerte subida de la inflación en Brasil, la caída de la renta de los brasileños y el encarecimiento del crédito, que provocaron una reducción en la demanda por productos industriales.
