Washington, 11 mar (EFE).- La secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, expresó este jueves en una llamada telefónica con el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, el interés de Washington por fortalecer los lazos con el país suramericano frente a desafíos como la recuperación económica tras la pandemia.
Yellen «transmitió su intención de profundizar la cooperación con Brasil para hacer frente a los principales desafíos regionales y mundiales, incluyendo el apoyo a una fuerte recuperación de la pandemia de la covid-19, la lucha contra la desigualdad, el desarrollo de infraestructura sostenible y abordar contundentemente la amenaza del cambio climático», señaló el Departamento del Tesoro en un comunicado.
La nota agrega que Yellen espera participar en una «agenda productiva para ayudar a proteger la Amazonía y asegurar medios de vida sostenibles para las comunidades locales».
Yellen, quien fue la primera mujer al frente de la Reserva Federal (Fed), organismo que dirigió entre 2014 y 2018 tras ser nominada por el expresidente Barack Obama (2009-2017), ahora es la primera al frente del Departamento del Tesoro de EE.UU., que cuenta con 231 años de existencia.
La funcionaria ha asumido las riendas del Departamento del Tesoro en momentos en que Estados Unidos busca recuperarse de los efectos de la crisis sanitaria de la covid-19, que desplomó las cifras de empleo en el país.
Para aliviar el impacto de la pandemia, el presidente de EE.UU., Joe Biden, firmó este jueves un plan de rescate fiscal de 1,9 billones de dólares aprobado por el Congreso y el tercero en la primera economía mundial.
Este ambicioso paquete de rescate se convirtió en la primera gran victoria legislativa desde que Biden llegó a la Casa Blanca el 20 de enero pasado.
Mientras, en Brasil, la Cámara de Diputados aprobó ayer, miércoles, que el Gobierno destine hasta 44.000 millones de reales (unos 8.000 millones de dólares) en subsidios a los más pobres para paliar el deterioro económico por la pandemia.
Desde enero pasado, este país lleva sumergido en la peor fase de la crisis sanitaria: de hecho, el miércoles registró el mayor número de muertes diarias por coronavirus, con 2.286 decesos que llevaron el total por encima de los 270.000, con más de 11,1 millones de contagios y una curva creciente y descontrolada.
Frente a esa situación, agravada por un colapso hospitalario en la mayoría de las ciudades, los gobiernos regionales y municipales fueron obligados, pese a las críticas del presidente Jair Bolsonaro, a restringir nuevamente la actividad económica, medida indispensable pero con impacto en los desempleados y los trabajadores informales.
Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia, con más de 29,2 millones de contagios y 530.000 fallecidos, y Brasil es tercero en las estadísticas mundiales de casos positivos, que ya suman 11,2 millones y segundo en muertes, con más de 270.000 decesos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.