La Habana, 26 ago (EFE).- La compañía estatal Unión Eléctrica de Cuba (UNE) prevé para este viernes un déficit energético del 28 % de la capacidad máxima de generación durante el horario de mayor demanda.
Eso significa que durante la jornada seguirán los largos apagones que desde hace meses afectan distintas zonas de la isla —y desde agosto también a La Habana—, a veces con hasta más de 10 horas consecutivas sin servicio eléctrico.
Según comunicó la UNE, la capacidad de generación en el horario de más consumo será de 2.410 megavatios (MW), mientras que la demanda máxima será entonces de 3.100 MW, con lo que el déficit calculado ronda los 690 MW.
La compañía adscrita al Ministerio de Energía y Minas calcula además una afectación máxima de 750 MW en el horario diurno.
Los cortes eléctricos —debidos a fallos y roturas en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados— son cada vez más frecuentes en el país.
Pese al complejo panorama energético, las autoridades del sector esperan reinsertar 489 MW de potencia que hoy no están disponibles y otros 531 MW por nuevas inversiones antes de finales de año.
Los apagones lastran todos los ámbitos de la economía y afectan de forma notable a la vida diaria.
El pasado año fueron una de las razones detrás de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, las mayores en décadas, a juicio de los analistas.
En los últimos días se han producido varias protestas de menor alcance, principalmente en localidades pequeñas con prolongados apagones, aunque también se han registrado en el oriente del país.
Cuba depende en gran medida del petróleo extranjero para producir energía (las termoeléctricas generan dos tercios de la electricidad) y su principal proveedor, Venezuela, ha disminuido notablemente sus envíos.
El Gobierno cubano aspira a reducir esta dependencia y cuenta con un plan para que en 2030 el 37 % de su mix energético (algo más de 3.500 megavatios) provenga de fuentes renovables.
El país atraviesa una grave crisis económica desde hace dos años por la pandemia, el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos y los fallos en la gestión nacional.