Buenos Aires, 21 nov (EFE).- Las acciones se dispararon este martes en la Bolsa de Buenos Aires, al tiempo que los bonos soberanos argentinos subieron, pero con renovada demanda de dólares entre los inversores locales, que rearman sus carteras tras el triunfo del libertario Javier Milei en las presidenciales de Argentina.
Tras el festivo de este lunes en el país suramericano, los mercados domésticos saludaron este martes la victoria de Milei con apuestas decididas por los activos argentinos, especialmente los de renta variable.
El índice S&P Merval de las acciones de las empresas líderes que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires saltó 17,79 %, hasta un máximo de 759.878,33 puntos, ratificando el notable desempeño que el lunes ya habían tenido las acciones argentinas en la Bolsa de Nueva York.
Casi todas las líderes cerraron en terreno positivo, con las acciones de Telecom Argentina (43,30 %), Transportadora Gas del Norte (40,64 %) e YPF (38,61 %), encabezando las alzas.
Maximiliano Donzelli, jefe de Research de la firma IOL Invertironline, remarcó el «optimismo inicial» de los inversores «respecto a las políticas que se esperan del nuevo gobierno, especialmente en términos de reformas económicas y apertura de mercado».
Más moderada fue la reacción de este martes en el mercado de deuda soberana, con los bonos avanzando 1 % promedio en sus cotizaciones en dólares, y el riesgo país de Argentina retrocediendo a 2.175 puntos básicos.
Otro dato positivo ha sido el resultado de la licitación de letras y bonos que hizo este martes el Tesoro en el mercado doméstico.
Según fuentes oficiales, se colocaron papeles por 1,76 billones de pesos (unos 4.737 millones de dólares / 4.411 millones de euros), lo que permite al Tesoro afrontar los vencimientos de deuda próximos y obtener financiación adicional.
«Más allá de la positiva reacción inicial que ensayaron los activos locales, los inversores reconocen que los serios desafíos económicos podrían dar espacio pronto a una mayor prudencia a la espera de los planes y respaldos para su implementación», comentó el economista Gustavo Ber.
En las entrevistas que el presidente electo ha dado desde su victoria electoral, ha ratificado la voluntad de cumplir con las obligaciones contraídas en materia de deuda.
Milei también mantiene su intención de dolarizar la economía, lo que, sumado a la debilidad del Banco Central para sostener al peso argentino, acrecienta la demanda de la divisa estadounidense.
En este escenario, la cotización de la divisa estadounidense en el estatal Banco Nación subió 2 pesos, para cerrar en un nuevo máximo de 371,50 pesos para la venta al público.
De esta forma, el Gobierno volvió a convalidar una subida en el tipo de cambio oficial, que se mantuvo congelado desde mediados de agosto y hasta la semana pasada.
En tanto, en la plaza informal la cotización del dólar saltó 125 pesos, a 1.075 pesos por unidad, aproximándose al récord de 1.100 pesos del pasado 23 de octubre.
A estos valores, la brecha entre el tipo de cambio oficial y el informal es del 189 %.
También los denominados «dólares financieros» operaron este martes con tendencia al alza.
Por su parte, el Gobierno saliente, con el derrotado candidato presidencial oficialista, Sergio Massa, aún al frente del Ministerio de Economía, renovó este martes y mejoró el tipo de cambio diferencial para operaciones de exportación con el fin de estimular el ingreso de dólares y lograr algo de «oxígeno» en las exiguas reservas del Banco Central para asegurarse una relativa calma en los mercados cambiarios hasta el 10 de diciembre.
«La apuesta de la administración saliente sería extender la calma que venían exhibiendo los dólares financieros, a la espera de que el nuevo gobierno a partir del 10-D tome las definiciones de política cambiaria -que considere oportunas para mejorar los desequilibrios», señaló Ber.
Aun así, el experto cree que «debería esperarse un reacomodamiento» en el tipo de cambio «al menos» al ritmo de la elevada inflación, ya que mantener las cotizaciones «congeladas» sólo «retroalimentaría una mayor demanda» cambiaria.
Natalia Kidd