Buenos Aires, 5 abr (EFE).- La Cámara Argentina del Libro (CAL) manifestó este martes su preocupación por las restricciones a las importaciones de libros, una circunstancia que perjudica la «bibliodiversidad» de la próxima Feria del Libro de Buenos Aires, el evento cultural de este tipo más importante de Suramérica.
La cámara, que actúa como principal representante del sector editorial argentino, expresó en un comunicado su «inquietud» ante lo que entiende como un «injustificado endurecimiento» del coeficiente que mide la capacidad financiera de las empresas, mecanismo empleado para definir si las compañías están en condiciones de importar o realizar pagos al extranjero.
«Son cada vez más los casos de pymes nacionales que se ven imposibilitadas de acceder al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) y, como consecuencia de ello, quedan impedidas de cumplir compromisos ya asumidos con proveedores del exterior», aseveró la CAL.
Las editoriales prevén para este año un incremento «importante» del número de impresiones en Argentina de libros editados por sellos extranjeros, lo que implica una política de sustitución de importaciones mediante la impresión local de títulos de alta rotación.
Sin embargo, esto tampoco se puede hacer, detalló la CAL, puesto que «no se pueden transferir las regalías originadas por estas impresiones locales».
En este contexto, la cámara llamó a cuidar la «bibliodiversidad» de las librerías argentinas con obras extranjeras que complementen y enriquezcan la «diversidad cultural» del país.
Una diversidad que, según el sector editorial, quedará muy golpeada en la próxima Feria del Libro de Buenos Aires (26 de abril-18 de mayo): esta edición contará con la menor presencia de libros extranjeros desde 1982.
«Para trabajar por la recuperación del sector y no por su achicamiento, es necesario dar marcha atrás con las restricciones adoptadas para la industria del libro», aseveró la CAL, que pidió a los organismos involucrados la normalización «urgente» de los mecanismos de comercio exterior.
Durante los últimos años, las importaciones de libros han disminuido de forma constante en Argentina: en 2020 totalizaron 39,4 millones de dólares, un 62,2 % menos que el año anterior y otro 77,5 % menos que en 2018, según los últimos datos publicados por la CAL.
