Ciudad de Panamá, 12 dic (EFE).- Latinoamérica analiza desde este lunes en Panamá la situación de su sector energético desde el punto de vista político y estratégico, para sacar provecho de la oportunidad que representa su matriz verde y afrontar desafíos como la necesaria modernización de sus sistemas de energía.
Más de una veintena de delegaciones de alto nivel instalaron la VII Semana de la Energía, un evento que se desarrollará hasta el próximo viernes en la capital panameña organizado por la Organización Latinoamericana de la Energía (Olade), la Secretaría de Energía de Panamá y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con la colaboración de EnergyNet.
El secretario ejecutivo de la Olade, Alfonso Blanco, dijo que la Semana de la Energía «es una plataforma para mostrarle al resto del mundo las fortalezas» en materia energética de América Latina, las cuales se destacan en medio de la «crisis de abastecimiento» generada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
«Nuestra región ha demostrado ser no solo la más renovable del planeta, sino que también se ha mantenido en esta coyuntura bastante compleja de abastecimiento global con un esquema de precios de la energía bastante más estable. Eso es una fortaleza y una oportunidad que tiene nuestra región», dijo Blanco a EFE.
De los 20 países del mundo con más de un 70 % de energías renovables en su matriz energética, 12 están en Latinoamérica y el Caribe: Paraguay, Costa Rica, Ecuador, Uruguay, El Salvador, Panamá, Colombia, Venezuela, Brasil, Belice, Nicaragua y Guatemala.
«Nuestra región ha mostrado un alto potencial desde el punto de vista de los recursos renovables, fuertemente basado también en la complementariedad de nuestro historial hidroeléctrico con las fuentes intermitentes de energía, como la solar y la eólica. Ahí hemos tenido una muy buena experiencia, que ha llevado a algunos sistemas eléctricos de nuestra región a operar con un 100 % de renovables», resaltó el secretario ejecutivo de la Olade.
Pero América Latina y el Caribe también enfrenta «bastantes desafíos», como «modernizar sus sistemas energéticos, trabajar en profundizar las transiciones energéticas para ver en cómo transformar las economías que están fuertemente basadas en las industrias extractivas en economías mucho más dinámicas, basadas en otras fuentes energéticas», reconoció Blanco.
La agenda de la reunión está compuesta por los temas de innovación en el sector energético; desarrollo energético sostenible: acceso a la energía, eficiencia energética, renovabilidad; género y energía , seguridad energética, e integración energética.
El secretario panameño de Energía, Jorge Rivera, dijo a EFE que en el centro de la discusión están «las transiciones energéticas limpias pero además justas, sin dejar a nadie atrás desde el punto de vista social, pero que nos permite consolidar la seguridad energética además con muy pocos recursos».
Porque, recalcó Rivera, «los países de América Latina no contamos con las capacidades fiscales que tienen Europa, Estados Unidos, Asia, y sin embargo estamos impulsando nuestras transiciones energéticas en base a nuestra realidad. El caso de Panamá es bonito, estamos dando resultados concretos y los ponemos a disposición de toda la región».
América Latina llega a esta cita impregnada de «un espíritu de diálogo muy importante (…) para un diálogo constructivo que identifique nuestras fortalezas y las cosas en las que tenemos que trabajar para permitir que el sector energético sea ese motor de desarrollo que necesitamos en América Latina y el Caribe, y que eso también termine escurriendo en derribar las brechas existentes del desarrollo», concluyó por su parte el secretario ejecutivo de la Olade.