Ciudad de México, 28 ago (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló este domingo que las familias de los 10 mineros que el pasado 3 de agosto quedaron atrapados en una mina en el norteño estado de Coahuila ya aceptaron el plan para su rescate, el cual tardará algunos meses.
“Mandamos consultar con familiares se pusieron muy tristes, es una situación muy difícil, mucho muy difícil, estaban muy alterados, no querían nada, y ya, pues han aceptado”, apuntó el mandatario durante un encuentro con trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el norteño estado mexicano de Nuevo León.
López Obrador aseguró que “hay un consenso” entre las 10 familias de los trabajadores que quedaron atrapados tras el accidente en el municipio de Sabinas, donde el pasado 3 de agosto el sitio en el que laboraban los mineros se inundó tras un derrumbe de una mina contigua abandonada, Conchas Norte.
“(Los familiares) están de acuerdo que se lleve a cabo este trabajo y no aceptaban por el tiempo, porque nos va a llevar más tiempo el rescate y ellos quisieran que fuese lo más pronto posible”, apuntó el mandatario.
Explicó que su Gobierno consultó con especialistas de Alemania y Estados Unidos quienes propusieron un rescate «haciendo unos tajos», y que de esta manera se puede hacer la operación.
Esta propuesta de rescate de la Coordinación de Protección Civil prevé tardar 11 meses en recuperar los cuerpos de los trabajadores.
No obstante, esta tarde López Obrador aseguró que se han comprometido “a trabajar con mucha rapidez para sacar los cuerpos” y pidió a los ingenieros de la CFE “que se apliquen en esto”.
Además, dijo al subsecretario de Hacienda, Juan Pablo De Botton, que otorgue los recursos que se requieren “porque vamos también a pagar la indemnización a los familiares, y no la indemnización convencional, sino se les va a ayudar con más a los familiares”, aseveró.
Asimismo, el presidente recordó que se sigue trabajando en el rescate de los 65 mineros que quedaron atrapados en 2006 tras un derrumbe en la mina de Pasta de Conchos, en Coahuila.
Señaló que hizo el compromiso de rescatarlos, aunque intentó pactar con los familiares una indemnización y la adquisición de todo el terreno donde estaba la mina para hacer un memorial; sin embargo, no todas las familias accedieron, por lo que los técnicos de la CFE siguen trabajando en el rescate.
“Nos están ayudando en el rescate es una inversión porque no es gasto, ya se empezó el trabajo de excavación nos va a llevar todavía como dos años más llegar abajo y rescatar los cuerpos”, reconoció.
Estos accidentes han reactivado la polémica en México por la actuación de las mineras en la región carbonífera, donde se han registrado más de 100 muertes de personas dedicadas a la minería, de acuerdo con la Familia Pasta de Conchos, que agrupa a familiares de fallecidos en el derrumbe de 2006 en la mina de ese nombre.