Ciudad de México, 23 mar (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó este miércoles una campaña de activistas, actrices, actores y cantantes que, a través de un video en redes sociales, se pronunciaron en contra de las obras del Tren Maya, uno de los proyectos más emblemáticos de su Gobierno.
“Convencen o contratan a ambientalistas supuestamente preocupados por la defensa del medioambiente y empiezan una campaña en contra del Tren Maya”, afirmó el mandatario durante su conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.
Este 22 de marzo, una serie de videos fueron difundidos en redes sociales donde famosos como Eugenio Derbez, Kate del Castillo, Natalia Lafourcade, Omar Chaparro, Ana Claudia Talancón, Rubén Albarrán, Bárbara Mori y Omar Chaparro se unieron a la campaña «Selvame Del Tren».
Esa campaña surgió debido a la modificación del Tramo 5 Sur del tren, mismo que, según aseguran, destruiría el sistema de ríos subterráneos más grande del mundo y con ellos flora y fauna.
Acusaron que los cambios se hicieron sin consultar a la ciudadanía ni realizar los respectivos estudios de impacto.
Al respecto, López Obrador explicó que se están sembrando como nunca árboles -“200.000 hectáreas”- y la brecha que se está abriendo para un tramo de 50 kilómetros es el equivalente a 100 hectáreas.
Además exaltó que se están creando en el sureste tres parques de 18.000 hectáreas a modo de reservas naturales.
Recordó que el martes se declaró como zona de reserva natural al lago de Texcoco y cuestionó que quienes forman parte de esta campaña no se pronunciaron en contra de la construcción del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que estaba planeado en la zona y él canceló.
“¿Cuándo estos artistas, pseudoambientalistas, se pronunciaron por la destrucción que se iba a llevar a cabo del lago de Texcoco. Estamos hablando del lago con más historia que es el origen de México Tenochtitlan, ¿cuándo dijeron algo? Nunca, nada”, insistió.
El Tren Maya es un proyecto prioritario de López Obrador con una inversión de alrededor de 200.000 millones de pesos (unos 9.300 millones de dólares) para construir cerca de 1.554 kilómetros de ferrocarril en los cincos estados del sureste: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
La obra ha sido criticada por algunas ONG y colectivos indígenas de la zona debido a su impacto ambiental en la región.