Ciudad de México, 13 sep (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó este martes un posible «castigo» de Estados Unidos por la política energética de México tras la visita de los secretarios estadounidenses de Estado, Antony Blinken, y de Comercio, Gina Raimondo.
“Me llamó mucho la atención la actitud propositiva, amistosa, de la secretaria de Comercio. Nada de que van a castigar a México por su política energética, lo que nuestros adversarios quisieran y que andan ahí frotándose las manos, buscando que nos peleemos», declaró en su rueda de prensa matutina.
El mandatario afirmó que «ni siquiera se usó la palabra arancel o sanción, nada» durante la reunión con Blinken y Raimondo este lunes, cuando estuvieron en México para encabezar el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), un mecanismo reactivado por López Obrador y su homólogo estadounidense Joe Biden en septiembre de 2021.
La visita de los secretarios estadounidenses ocurrió bajo la sombra de la consulta que inició Washington, en julio pasado, dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre la política energética mexicana, acusada de favorecer a las empresas del Estado en perjuicio de inversiones extranjeras.
Pero, López Obrador aseveró que en su Gobierno «no tienen un solo problema con ninguna empresa estadounidense», además de considerar «muy bueno» el encuentro con Blinken y Raimondo, a quienes llamó «muy buenas personas» y «muy respetuosos».
Resaltó que los funcionarios del Gobierno de Estados Unidos fueron respetuosos de la política energética mexicana, «de nuestra soberanía, cosa que les agradecemos mucho, la misma postura que tiene el presidente Biden y con el deseo de que se aclaren malos entendidos», aseguró.
El gobernante mexicano recordó los acuerdos alcanzados en la visita, como el desarrollo conjunto de chips semiconductores, la fabricación de autos eléctricos y una zona de energías limpias en Sonora, estado fronterizo con Arizona, donde estará la empresa estatal de litio, mineral nacionalizado por México en abril pasado.
El presidente mencionó que «también se tocó algo del tema migratorio, el interés de seguir trabajando juntos, de cuidar los derechos humanos de los migrantes».
Asimismo, le pidió a Blinken «que no debe utilizarse con propósitos electorales lo migratorio».
«Así, de manera abierta, como nos gusta y como debe ser, le dijimos que no íbamos nosotros a quedarnos callados si se maltrataban a los migrantes y mucho menos si se maltrataban a los mexicanos», relató López Obrador.
El mandatario insistió en la cooperación con los gobiernos de Centroamérica para «que haya apoyos para que la gente no se vea obligada a migrar”.