Ciudad de México, 10 feb (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó este jueves que haya «una ruptura» con España, pero su propuesta de «pausa» en las relaciones ha creado una nueva confusión diplomática y comercial con España, el segundo mayor inversor extranjero en México.
El mandatario no aclaró en qué consistirá la «pausa», pero argumentó que se debe a que el «poder político» de España ha apoyado a empresas que «abusaron de México», entre las que mencionó a Iberdrola, Repsol y OHL porque, según él, eran «favoritas» de los gobiernos anteriores.
«No hablé de ruptura. No. Dije vamos a serenar la relación, que ya no se esté pensando de que se va a saquear a México impunemente, ya eso pasó, es una falta de respeto. Deberían de ofrecer hasta disculpas», expresó en su rueda de prensa diaria.
Tras escuchar al presidente mexicano, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, rechazó «tajantemente» las declaraciones de López Obrador .
“Acabamos de emitir un comunicado oficial en el cual el Gobierno de España rechaza tajantemente las injustificadas declaraciones del presidente de México en estos últimos días, tanto ayer como hoy, donde ha vuelto a hablar sobre España y sobre las empresas españolas”, indicó Albares ante la prensa en Bruselas tras mantener diversas reuniones en la sede de la Comisión Europea.
El político español dijo que “debe quedar muy claro que el Gobierno de España va a defender a los españoles, el buen nombre de España y a sus empresas en cualquier circunstancia y ante cualquiera».
En sus declaraciones de hoy, López Obrador volvió a acusar al «poder político» de España de apoyar empresas que «abusaron de México».
«Tenemos relaciones íntimas con el pueblo de España, pero en los últimos tiempos durante el periodo neoliberal, empresas españolas apoyadas por el poder político, tanto de España como de México, abusaron de nuestro país y de nuestro pueblo, nos vieron como tierra de conquista», aseguró en términos semejantes a lo que ha venido repitiendo desde que llegó a la presidencia.
El presidente mexicano ya había declarado en septiembre de 2021 que «no son buenas las relaciones con España», aunque en ese entonces se enfocó en su petición de que el Gobierno español ofreciera disculpas por los abusos cometidos contra pueblos originarios durante la conquista y la colonia.
Ahora, consideró que el Gobierno de España también debería pedir perdón por el comportamiento de sus compañías, a las que acusó de «influyentismo» y de «favorecerse» del presupuesto público de México.
«Nos han ofendido a los mexicanos porque no solo es el que trabajen los altos funcionarios con estas empresas, sino lo que nos cuesta este tipo de relación, estamos hablando de subsidios, dinero del presupuesto», comentó.
El mandatario no ofreció más detalles sobre lo que implica la «pausa» que propone en las relaciones, pero argumentó que «no es fobia o xenofobia».
ROCES CONTRA LA INVERSIÓN
España es el segundo inversor extranjero en México con 76.000 millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2021, el 12 % de la inversión extranjera directa (IED), y 6.500 empresas, según datos de la Cámara Española de Comercio (Camescom).
El presidente de México ha creado incertidumbre porque “no existe en el derecho diplomático ni en el derecho internacional la figura de pausar las relaciones diplomáticas», explicó a Efe la internacionalista Arlene Ramírez Uresti.
“Las declaraciones del presidente Obrador podrían traer consecuencias para México, desde sanciones económicas hasta que el Gobierno español marcara o pidiera el término de las relaciones diplomáticas”, advirtió.
Pese a su informalidad, las declaraciones del presidente «generan un roce innecesario» con España y «sí puede haber» consecuencias en la inversión, consideró Iliana Rodríguez Santibáñez, abogada e internacionalista del Tecnológico de Monterrey.
Las acusaciones de López Obrador ocurren mientras promueve su reforma energética para defender a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) de lo que él percibe como «saqueo» de los extranjeros, en particular de las energéticas españolas, aunque no se haya presentado ninguna demanda judicial ni las pruebas de esos supuestos abusos.
En este contexto, sus comentarios en sus conferencias «mañaneras» están orientadas a movilizar su «voto duro», pero tienen el efecto colateral de «alertar a los capitales», apuntó Rodríguez Santibáñez.
CORTINA DE HUMO
La sorpresiva «pausa» que pide López Obrador también ha despertado sospechas porque surgió en medio del escándalo que afronta tras revelarse que su hijo Ramón López Beltrán vivió en una casa en Houston, Texas, de un contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Por ello, podrían ser «una cortina de humo» o un «distractor», argumentó Ana Vanessa Cárdenas, analista internacional de la Universidad Anáhuac Mayab.
“Es evidente que las declaraciones que se hacen en la mañanera marcan la agenda de los medios y distraen la atención de otros asuntos o los dejan en el tintero para dar pie a otras polémicas. Entonces me parece que sirven como cortina de humo”, dijo en entrevista.
La internacionalista recordó que «las relaciones diplomáticas se han visto alteradas» desde la carta que envió López Obrador en 2019 al rey Felipe VI solicitando que se pida perdón por los abusos cometidos en la conquista.
Pese a que el presidente López Obrador ha afirmado que el «pueblo de México está ofendido», las internacionalistas urgieron al mandatario dejar de concentrar la relación con España en su persona.
“Ya no podemos seguir teniendo este tipo de interacciones que van a ser herencias tóxicas para los siguientes gobiernos, incluso si fueran del mismo partido. Son herencias tóxicas que van a costar años eliminar y resarcir el daño”, expresó Ramírez Uresti.