Ciudad de México, 19 mar (EFE).- El viraje del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, hacia las energías renovables, acentuado en el tramo final de su sexenio después de apostar con fuerza por los combustibles fósiles, llega tarde e impide que México alcance todo su potencial, señaló en entrevista con EFE el profesor del TEC de Monterrey y experto en energía Paul Alejandro Sánchez.
«Hasta 2022 tenía una postura en contra de las energías renovables, la idea era tener lo menos posible y retomar la tradición histórica del país de los años 60, que era producir (energía) con los recursos del país aún si generan emisiones», dijo Sánchez, refiriéndose al impulso que recibieron las plantas termoeléctricas y carboeléctricas.
Este viraje hacia las energías renovables, que se materializa en iniciativas como el Plan Sonora, que contempla el desarrollo de plantas fotovoltaicas y la explotación del litio, fue llevado a cabo de forma «callada» durante los últimos meses.
Uno de los proyectos estrella del Plan Sonora, impulsado por la administración de López Obrador, es la planta fotovoltaica de Puerto Peñasco, presentada en febrero como «la mayor planta solar de Latinoamérica» y que se prevé que suministre electricidad a 1,6 millones de mexicanos.
«Si hubiéramos empezado con esta dinámica desde el principio tendríamos otra situación que nos haría posible mejorar o incrementar la energía renovable», lamentó el experto.
Actualmente, cerca del 25 % de la energía que produce México proviene de fuentes de energía renovables y se ha realizado una inversión de que ronda los 100.000 millones de dólares, subrayó el especialista.
Sin embargo, la capacidad actual de México para generar energía a través de fuentes hidroeléctrica, geotérmica, solar, eólica y bioenergía es del 31,2 %.
La contradicción entre la reciente apuesta por las renovables y la reivindicación de los combustibles fósiles se hace especialmente palpable esta jornada, en la que se celebra el 85 aniversario de la expropiación petrolera llevada a cabo por el expresidente Lázaro Cárdenas (1934-1940).
Para conmemorar la efeméride, López Obrador ha convocado una marcha que se celebrará en el Zócalo capitalino y que previsiblemente congregará a miles de personas.
«Tenemos que defender nuestra soberanía, tenemos que defender el petróleo, tenemos que defender la industria eléctrica», dijo el presidente mexicano.
El hecho de que empresas estratégicas del sector energético, como Petróleos Mexicanos (Pemex) o la Comisión Federal Eléctrica (CFE), estén en manos del Estado ha influido en la reticencia del Ejecutivo a decantarse por las renovables.
De hecho, el año pasado López Obrador propuso una reforma constitucional que buscaba favorecer a la CFE por delante de la inversión privada, pero fue rechazada.
«Es una buena noticia, era algo que podía afectar a las renovables», valoró Sánchez.
De cara a la reunión que mantendrán el próximo martes el mandatario mexicano y el enviado especial de la Casa Blanca para el clima, John Kerry, el experto aseguró que Estados Unidos no ejerce demasiada influencia en la política energética de México.