La Paz, 31 oct (EFE).- Los cultivos de hoja de coca en Bolivia disminuyeron un 2 % en 2022 al pasar de 30.500 hectáreas registradas en 2021 a 29.900 el año pasado, de acuerdo al informe de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc).
El «Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca en Bolivia 2022» realizado por la UNODC con la financiación de la Unión Europea (UE) fue presentado este martes en la Cancillería boliviana y tuvo la participación del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, el vicecanciller, Freddy Mamani y el embajador de la UE, Michael Dóczy.
El representante de la UNODC, Troels Vester, señaló que la reducción del 2 % «es un éxito del Gobierno de Bolivia», teniendo en cuenta que en 2021 los cultivos de hoja de coca aumentaron en un 4 %.
Vester indicó que la zona subtropial de Los Yungas en La Paz bajaron los cultivos en 3 % al igual que en el norte de La Paz disminuyó un 13 %.
En tanto, en la región del Trópico de Cochabamba aumentó un 1 % y la provincia Carrasco es la que reporta «un mayor incremento», ya que en los últimos cinco años ascendió un 39 %.
En cuanto a las plantaciones de hoja de coca en las áreas protegidas, Vester señaló que también hubo una disminución del 4 % en general, principalmente en el Área Natural de Manejo Integrado Nacional Apolobamba, mientras que en el departamento de La Paz, redujo un 35 %.
En el parque Amboró, en el este de Bolivia, se redujo un 26 %, mientras que en el parque nacional Carrasco, en el Trópico de la central Cochabamba, disminuyó un 26 %.
«Queremos hacer notar que estamos hablando de parques nacionales, podemos ver que es el 1 % del área total de la hoja de coca en Bolivia», enfatizó Vester.
Además, dijo que el precio de la hoja de coca bajó un 31 % el último año y en general en los últimos tres redujo un 47 %.
Las recomendaciones
Vester recomendó al Gobierno de Bolivia incrementar las medidas de control de la expansión de los cultivos excedentarios de coca para lograr llegar a la meta de las 22.000 hectáreas, lo permitido en el país, y también continuar con los estudios sobre factores de rendimiento de los cultivos.
El embajador de la UE en Bolivia, Michael Dóczy, señaló que se sienten «aliviados porque por primera vez en cinco años se ha detenido la tendencia de incremento de la superficie de cultivo de hojas de coca».
Por su parte el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, sostuvo que en 2022 se pusieron la meta de erradicar 10.000 hectáreas y que la sobrepasaron a 10.260; y que en este año ya van más de 8.308 hectáreas destruidas.
«Esto quiere decir que la Unodc en esta temática certifica nuestro trabajo en la erradicación y racionalización de la hoja de coca», sostuvo Del Castillo.
Resaltó que hace años atrás la producción de hoja de coca de Bolivia representaba el 20 % en el mundo y que ahora gracias a los trabajos de erradicación alcanza al 8,4 %.
«Demuestra que nuestro modelo es efectivo, trae grandes resultados y evita escenarios de violencia», recalcó.
La hoja de coca está consagrada en la Constitución boliviana por sus usos tradicionales y medicinales, pero una parte de la producción se desvía al narcotráfico para fabricar cocaína.
Desde 2017, Bolivia amplió la superficie de los cultivos legales de la planta de 12.000 a 22.000 hectáreas.