Bogotá, 18 sep (EFE).- Los cuatros países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) mantuvieron este viernes un perfil bajo ante la nueva advertencia de Francia sobre su rechazo al proyecto de acuerdo entre la Unión Europea (UE) y la asociación suramericana por motivos medioambientales.
Solo el presiente brasileño, Jair Bolsonaro, de forma indirecta le devolvió la pelota a Francia y dijo que los países que protestan por los incendios forestales «ya quemaron todo».
El líder de la ultraderecha brasileña, que participaba en un acto en el interior del estado de Mato Grosso, región agropecuaria por excelencia, insistió que el malestar de países europeos por los «incendios que ocurren todos los años» en la Amazonía y otras zonas del país obedece a intereses comerciales y de mercados.
Francia, el país de la UE más crítico con el proyecto de acuerdo de asociación con Mercosur, reiteró este viernes su rechazo al pacto por motivos medioambientales y exigió a esos países suramericanos más protección a la Amazonía y mayor compromiso con el Acuerdo de París sobre el clima.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ya había amenazado con vetarlo en agosto de 2019 y la comisión independiente de expertos al que su Gobierno encargó un informe para analizar su impacto respaldó hoy su postura.
SILENCIO A LA FRANCESA
Desde las Cancillerías suramericanas, la nueva amenaza tuvo públicamente poco eco, aunque el silencio generalizado muestra cierta preocupación.
Al margen de las declaraciones de Bolsonaro, el viceministro de Relaciones Económicas e Integración de Paraguay, Didier Olmedo, defendió el acuerdo entre la UE y el Mercosur y dijo, en conversación con Efe, que la alianza es un «reaseguro a los compromisos» ambientales.
«Con el acuerdo es mucho mejor atender las preocupaciones ambientales, por el hecho de que en el acuerdo nosotros nos reafirmamos en cumplir compromisos multilaterales en materia ambiental», destacó el diplomático paraguayo.
El viceministro recalcó que «la situación siempre será mejor» con la vigencia del acuerdo, ya que con este los países del Mercosur asumirían compromisos que cubrirían todas «las preocupaciones europeas».
Desde Argentina, fuentes oficiales consultadas por Efe dijeron que el Gobierno de Alberto Fernández en principio tiene una opinión «positiva» sobre el pacto, pero entiende que antes de someterlo al trámite de ratificación parlamentaria, necesaria para su entrada en vigencia, debe realizarse un estudio de impacto del acuerdo, «algo que debería haber hecho el Gobierno anterior antes de firmarlo».
Ese estudio, según indicaron las fuentes, incluirá no sólo aspectos económico-productivos sino también ambientales.
NO TODOS SOMOS IGUALES
Con respecto a la posición de Francia, el Gobierno de Fernández interpreta que la objeción no va dirigida a Argentina, cuyos «estándares medioambientales para la producción agropecuaria son muy altos».
«No son suficientemente precisos esos argumentos (de Francia) porque meten en la misma bolsa a todos», comentaron.
Otras voces, sin embargo, desde Buenos Aires, aplaudieron la posición francesa. Greenpeace, por ejemplo, rechazó la potencial entrada en vigor de un acuerdo de libre comercio por el impacto ambiental negativo no sólo en estos dos bloques sino a escala global, por su efecto en el cambio climático.
«Nosotros veníamos señalando que no había que avanzar en ese acuerdo. Europa compra mucha carne y soja a Argentina, Brasil y Paraguay, que son de los tres países con más deforestación del mundo, un fenómeno que en gran parte se da por la extensión de la ganadería y el cultivo de soja», dijo hoy a Efe Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
PRESIDENCIA DE URUGUAY
Uruguay, que ocupa la presidencia semestral del bloque, mantuvo silencio y no se pronunció ante la reiterada amenaza francesa que va ganando apoyos en otros países europeos como Austria o Países Bajos.
Por contra, parte del sector exportador uruguayo salió en defensa del acuerdo y de las prácticas ambientales de los países del Mercosur.
La Unión de Exportadores de Uruguay (UEU) cree que Europa desconoce «cómo se produce en el Mercosur», al hilo del rechazo expresado este viernes, según declaró a Efe su gerente general, Teresa Aishemberg.
«Como exportadores uruguayos, nos interesa muchísimo Europa, es un gran mercado. Venimos trabajando bien con Europa y lo que vemos es que se nota un gran desconocimiento por parte de Europa sobre cómo se produce en el Mercosur», indicó.
«Cuidamos el medioambiente y el bienestar animal. Es parte de nuestro protocolo para producir», aseveró la gerente general de UEU, quien denunció que cada vez que Europa intenta firmar un acuerdo «hay ‘lobbys’ que se ponen en contra».
Pese a las dudas francesas sobre el capítulo medioambiental, los países del Mercosur confían en poder firmar definitivamente el acuerdo antes de fin de año, bajo la presidencia temporal de Uruguay.