Buenos Aires, 21 dic (EFE).- Los ciudadanos argentinos que protestaron anoche y esta madrugada en Buenos Aires y otras ciudades del país tras el plan de choque de medidas económicas anunciado en una cadena nacional de radio y televisión por el presidente Javier Milei «no estaban muy al tanto de lo que significaba» esta batería de desregulaciones, consideró este jueves el Gobierno argentino.
A pesar de los «cacerolazos» y concentraciones callejaras ocurridas en las últimas horas, «está claro que la mayoría de la gente coincide con lo que el Gobierno está haciendo», declaró este jueves el portavoz de la Presidencia, Manuel Adorni, en su conferencia de prensa matinal en la Casa Rosada (sede de Gobierno).
«Hay gente que no va a estar de acuerdo (…), pasa en cualquier Gobierno», minimizó el vocero presidencial.
«Cada uno tiene el derecho de manifestarse como le parezca mejor, siempre que lo haga dentro de la ley», estimó Adorni, si bien dijo que las personas que protestaron desde ventanas y bacolnes y recorriendo las calles «no llegaron a interiorizarse de la filosofía de este decreto».
Adorni detalló que la elaboración del decreto de necesidad urgente (DNU) presentado por Milei, que contiene más de 600 hojas y reforma más de 300 leyes y normas, fue «larga» y «compleja». El Gobierno proyecta seguir anunciando nuevos «recortes de privilegios».
«El espíritu del decreto y de lo que viene es precisamente fomentar la competencia (…), mayores inversiones, mayor competencia y más bienes a mejor calidad», enfatizó el vocero presidencial, quien eludió referirse a la posibilidad de que el principal sindicato del país -la peronista Confederación General del Trabajo (CGT)- pueda convocar un paro general.
La CGT se mantuvo al margen de la movilización llevada a cabo el miércoles por el Polo Obrero y otras organizaciones sociales y políticas en protesta por las medidas de choque implementadas por el nuevo Ejecutivo de Javier Milei. Unas 3.000 personas marcharon por el centro de Buenos Aires y finalizaron con una concentración en la histórica Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada.
La manifestación, que se desarrolló sin apenas incidentes, fue la primera desarrollada bajo el nuevo protocolo implementado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que prevé duras sanciones para quienes corten el tránsito en calles y carreteras. Al respecto, Adorni consideró un éxito el despliegue policial, en el que participaron efectivos de la Policía Federal y de Gendarmería.
El despliegue policial «tuvo un costo importante», por lo que el Gobierno piensa «pasarle la factura a las organizaciones (convocantes)» de la marcha, afirmó el vocero. La marcha de ayer coincidió con el 22º aniversario de la revuelta social que se saldó con 39 muertos y la renuncía del entonces presidente de la República, Fernando de la Rúa (1991-2001).
