La Paz, 29 dic (EFE).- Bolivia afronta entre sus principales desafíos de 2022 la reactivación económica tras la pandemia de la covid-19, en la que el sector agropecuario e industrial está llamado a jugar un importante papel, y mejorar el negocio del gas.
REACTIVACIÓN ECONÓMICA
El Gobierno ha establecido un presupuesto para 2022 de más de 5.000 millones de dólares para la recuperación económica posterior a la pandemia de la covid-19 a emplearse en el sector productivo (42,5 %), la infraestructura pública (29,9 %), el área social (17,2 %) y otros sectores (10,5 %).
Las proyecciones económicas del Gobierno estiman que el país tendrá un crecimiento del 5,1 %, una inflación de 3,4 % y un déficit fiscal -8 % y que la Administración del presidente Luis Arce buscará concretizar la promesa electoral de industrialización con sustitución de importaciones.
APUESTA POR LA AGROPECUARIA
El sector agropecuario e industrial, que en 2021 aportó con un 18 % al Producto Interno Bruto, se presenta como una de las áreas de mayor crecimiento y dinámica económica inclusive por encima de los hidrocarburos que en los últimos años fue el más rentable.
Los empresarios privados del agro esperan para la próxima gestión alianzas con el sector público y comunal para «abastecer a los grandes mercados internacionales» así como el crecimiento de la frontera agrícola que entre 2021 y 2020 creció apenas un 1,4 %, además, de la utilización de biotecnología para mejorar rendimientos.
MEJORAR EL NEGOCIO DEL GAS
La elaboración de un nuevo marco legal en el área de hidrocarburos después de dieciséis años se presenta como una posibilidad para captar más inversiones extranjeras para exploración de nuevos yacimientos y así hacer frente al agotamiento de algunos campos de gas para evitar una probable declinación de exportaciones.
Tanto el Gobierno como los especialistas han coincidido en que esas reformas deben pasar por cambios en el régimen de impuestos y regalías o el rol de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) dentro del sector, para que se hallen nuevas reservas de gas y así se evite en el mediano plazo la importación de combustibles.