Sao Paulo, 1 may (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, participó este lunes, Día Internacional del Trabajo, en un acto con los principales sindicatos del país, en el que ensalzó a las mujeres y prometió luchar por la igualdad salarial, seguir subiendo el salario mínimo y crear empleos de calidad.
El mandatario, en el poder desde el 1 de enero, volvió a insistir en sus críticas al Banco Central por mantener la tasa de referencia de intereses en el 13,75 % anual, lo que a su juicio está perjudicando el crecimiento y la creación de empleo en el país.
«No podemos vivir en un país donde la tasa de intereses no controla la inflación. Controla, en realidad, el desempleo porque es en parte responsable por la situación que vivimos hoy», afirmó el líder progresista durante su discurso, pronunciado en el Vale do Anhangabaú, en el centro de Sao Paulo.
Lula, quien fue metalúrgico y comenzó su carrera política desde el sindicalismo en los tiempos de la dictadura (1964-1985), agradeció a los trabajadores por darle «cuatro años más de mandato» para «arreglar» el país, tras los ocho que ejerció entre 2003 y 2010.
«Vamos a cambiar este país porque la economía va a volver a crecer y a crear empleo», garantizó.
El jefe de Estado, de 77 años, destinó buena parte de su pronunciamiento a elogiar a las mujeres.
Denunció que, «después de tantos milenios de existencia», sigan siendo tratadas en el trabajo como «si fueran inferiores» y subrayó la necesidad de «ser más duros contra el acoso» en el ámbito laboral.
«Es una vergüenza la falta de respeto contra las mujeres en el trabajo (…) Todos sabemos que la mujer no es débil y que en muchas actividades son más valientes que los hombres», indicó.
En este contexto, recordó que su Gobierno ha presentado al Congreso un proyecto de ley para garantizar «por primera vez, sin comas, ni puntos, que la mujer gane el mismo sueldo que el hombre», si ejerce la misma función.
También aprovechó para destacar dos medidas anunciadas en la víspera: un proyecto para garantizar que el salario mínimo siempre sea reajustado por encima de la tasa de inflación y la exención del pago del impuesto de la renta a los trabajadores que ganan hasta 2.640 reales (530 dólares) mensuales.
Para Lula, con la subida del salario mínimo ganan «hasta los más ricos», pues ayuda a poner en marcha la «rueda gigante de la economía» al aumentar el poder de compra de la masa trabajadora.
Asimismo, reiteró que pretende crear empleo de calidad a través de un amplio plan de infraestructuras al que ha invitado a «empresarios extranjeros» en sus recientes viajes a China, Emiratos Árabes Unidos, Portugal y España, y próximamente a Reino Unido.
La tasa de desempleo se ubica actualmente en el 8,8 % en Brasil y ha repuntado en el primer trimestre de 2023 como consecuencia de la desaceleración de la actividad económica, golpeada por la elevada inflación y los elevados tipos de interés.
Pese a ese escenario, Lula se mostró convencido en mejorar los cerca de 20 millones de trabajos formales creados durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (2003-2016), primero con él como presidente y después con Dilma Rousseff.
«Quiero probar que en los próximos cuatro años voy a hacer mucho más que en los ochos primeros años de mi mandato», aseguró.