Brasilia, 11 ene (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, lamentó este miércoles que su antecesor, Jair Bolsonaro, aún no haya reconocido su derrota en las elecciones de octubre, así como tampoco lo han hecho los miles de bolsonaristas que promovieron el domingo los asaltos a las sedes de los tres poderes.
«Lamentablemente el presidente que dejó el poder el 31 de diciembre no quiere reconocer la derrota. Aún hoy vi declaraciones suyas en que sigue sin reconocer la derrota», afirmó el mandatario en referencia a un video que Bolsonaro publicó en sus redes sociales este miércoles, que después borró, con declaraciones de un elector poniendo en duda la fiabilidad de las urnas.
En un discurso que pronunció ante un grupo de parlamentarios, el líder progresista afirmó que los ataques contra las sedes del Congreso, de la Presidencia y del Tribunal Supremo, perpetrados el pasado domingo por miles de simpatizantes de Bolsonaro, solo puede ser atribuido a grupos sin noción de la realidad.
«Solo puedo considerar que se trata de un grupo de chiflados, de un grupo de personas con poco sentido del ridículo, porque ya presentaron recursos ante la Justicia, y la Justicia no solo reafirmó el resultado de las urnas como condenó al partido que cuestionó las elecciones a pagar una cuantiosa multa», dijo.
En ese sentido, dijo que no le gustaría pensar que los hechos ocurridos el domingo son un intento de «golpe» de Estado orquestado.
«No me gustaría pensar que lo que ocurrió fue un golpe. Tal vez fue algo menor, algo promovido por un grupo de chiflados que no aceptó que las elecciones terminaron y que no quiere aceptar que la urna electrónica es posiblemente el modelo electoral más perfecto del mundo», afirma.
Del mismo modo, afirmó que en pocos momentos de la historia republicana brasileña los resultados de las elecciones fueron cuestionados, especialmente desde que el país adoptó el sistema de votación electrónica.
Resaltó que incluso él llamó a sus adversarios para felicitarlos tras las tres elecciones presidenciales que perdió (1989, 1994 y 1998).
Lula se impuso en la segunda vuelta de las presidenciales por menos de dos puntos porcentuales al líder ultraderechista, que durante toda la campaña electoral puso en duda la fiabilidad del sistema electrónico de votación de Brasil.
En su encuentro con los parlamentarios, Lula agradeció al Senado y a la Cámara baja por haber aprobado en tiempo récord el decreto por el que nombró a un interventor para asumir la seguridad en Brasilia tras los ataques del domingo, al parecer facilitados por omisiones de algunas autoridades.
«Con este decreto estamos diciendo que hay que sancionar a quien no quiere respetar la ley y el orden democrático que tan difícilmente alcanzamos en 1989 (con la aprobación de la Constitución tras la dictadura militar)», concluye.