Lima, 1 feb (EFE).- La ciudadela inca de Machu Picchu, la mayor atracción turística de Perú, volvió a quedarse sin visitantes tras el inicio del nuevo confinamiento decretado en nueve de las veinticinco regiones del país.
Pese a que la sureña región andina de Cusco, donde se encuentra Machu Picchu, no está entre los departamentos confinados desde el domingo, las autoridades clausuraron nuevamente el parque arqueológico junto a otros sitios turísticos y áreas naturales del país.
La medida tomada frente al desenfrenado auge de la segunda ola de contagios de la covid-19 en Perú es también un retroceso para la reactivación del sector turístico nacional, que en los últimos meses de 2020 había iniciado su recuperación solo con turistas nacionales, ante la ausencia todavía de visitantes extranjeros.
Machu Picchu había reabierto sus puertas en noviembre con un gran espectáculo nocturno después de haber permanecido cerrado la mayor parte del 2020, desde que a mediados de marzo se decretó el primer confinamiento, que fue uno de los más largos y estrictos de Latinoamérica.
Pese a funcionar al 30 % de su capacidad, lo que suponía apenas 675 visitantes por día en lugar de los alrededor de 5.000 a los que llegaba antes de la pandemia, la reapertura de Machu Picchu tuvo una gran acogida por parte de los peruanos que enseguida agotaron los cupos para las visitas, que fueron gratuitos hasta final de 2020.
REAPERTURA INTERMITENTE
Sin embargo, en diciembre se volvieron a suspender las visitas a la ciudadela inca durante cinco días ante las protestas de los vecinos del pueblo de Machu Picchu, ubicado en la parte baja de las montañas donde se encuentra la joya arquitectónica de los incas.
Las manifestaciones bloquearon la vía del tren que traslada a la gran mayoría de turistas que llega a Machu Picchu para reclamar pasajes más baratos que incentiven el arribo de más visitantes al pueblo.
Sin embargo, el nuevo confinamiento volverá a dejar sin turistas a este pueblo que vive casi íntegramente del flujo de visitantes que llega para conocer Machu Picchu.
«Pedimos que nos ayuden a sobrevivir», reclamó en la emisora radial RPP el alcalde del distrito de Machu Picchu, Darwin Baca, sobre la situación que enfrenta su municipio.
«Machu Pichu, como maravilla, ha transferido cientos de millones al fisco. No exagero si digo miles de millones. El Gobierno tiene que ser recíproco en este momento», añadió Baca, quien cifró en unos 900 millones de soles (unos 247 millones de dólares) el lucro cesante de hoteles y restaurantes de su distrito.
SIN SOBREVUELOS EN LÍNEAS DE NASCA
Además de Machu Picchu, también han suspendido las visitas a otros sitios turísticos de la región de Cusco como la fortaleza de Sacsayhuamán, ubicada en la misma capital regional, o los andenes agrícolas circulares de Moray.
En otras regiones también han sido clausurados temporalmente al turismo las Líneas de Nasca y otras áreas naturales protegidas como el lago Titicaca o el Huascarán, el parque nacional donde se encuentra la montaña más alta de Perú, del mismo nombre.
La suspensión de las visitas turísticas se mantendrá hasta por lo menos el 14 de febrero, fecha en la que estará vigente la nueva cuarentena decretada en Perú, aunque el Gobierno puede prorrogarla si continúa la elevada incidencia de contagios y muertes en el país causados por la covid-19.
Perú se encuentra nuevamente con su frágil sistema sanitario desbordado ante el acelerado incremento de casos de covid-19, lo que ha hecho que los fallecimientos repunten a niveles similares a los de la primera ola.
En total acumula más de 1,1 millones de casos sintomáticos confirmados, según su registro oficial, de los que más de 40.000 han fallecido, pero los gobiernos regionales, que cuentan los casos asintomáticos y sospechosos, elevan el número infectados a más de dos millones.