San José, 14 oct. (EFE).- Tras dos semanas de bloqueos en la frontera entre Costa Rica y Panamá, manifestantes de las comunidades de la zona sur costarricense levantaron el corte al llegar a un acuerdo con el Gobierno.
El Gobierno costarricense informó que el trabajo de diálogo en el sur del país liderado por la ministra de Economía, Industria y Comercio, Victoria Hernández, rindió sus frutos tras cinco reuniones con dirigentes del cantón de Corredores, provincia de Puntarenas (sur), limítrofe con Panamá.
En las reuniones participaron representantes de los sectores de transportistas, comercio, servicios, agropecuario y pesca, y con los acuerdos también fueron levantados otros bloqueos de carreteras que permanecían en comunidades del sur de Costa Rica.
«A través de una nota firmada por el presidente de la República, Carlos Alvarado, se consignaron los acuerdos en lo que se solicitan que las iniciativas que venga a sanear la situación fiscal del país surjan como resultado de la mesa de diálogo multisectorial que se ha abierto, además que protegerá a la clase trabajadora y vulnerable», explicó el Gobierno en un comunicado.
Los bloqueos generaron grandes filas de camiones de carga en la frontera, muchos de estos con productos perecederos.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Transporte de Panamá (Canatra), Andrés Muñoz, confirmó a EFE que ya se retiró un camión cisterna que obstaculizaba la vía y que una empresa costarricense prestó maquinaria par retirar los montículos de tierra y piedras que los manifestantes echaron en el paso fronterizo hace más de una semana.
«Estamos esperando que terminen con esas labores para dar como por hecho que está abierta la frontera», dijo Muñoz, que aclaró que durante esta noche los centenares de camiones varados se dedicarán a tramitar los permisos aduaneros y partirán «mañana a primera hora por razones de seguridad».
Los bloqueos en la frontera formaron parte de las protestas que comenzaron el pasado 30 de septiembre en Costa Rica en contra de un eventual acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional por 1.750 millones de dólares, que incluía una subida de impuestos y venta de activos sociales.
Estas protestas cumplieron hoy dos semanas y en los últimos días el Gobierno ha implementado una estrategia de negociar con los representantes de cada zona, pues muchos tenían otros reclamos de índole más territorial.
El presidente Alvarado descartó el 4 de octubre seguir adelante con la propuesta al FMI, pero el llamado «Movimiento Rescate Nacional» continúo con las protestas y le exige al mandatario que firme un documento en el que se comprometa a no acudir al FMI en lo que resta de su administración, a no subir impuestos y a no vender activos estatales.
Alvarado se ha mantenido firme en no sentarse a dialogar con este grupo de manifestantes si no levantan los bloqueos.
Este jueves se definirá si se instala a partir del sábado una mesa de diálogo multisectorial que pretende buscar soluciones a los problemas fiscales del país.
Según las proyecciones oficiales, Costa Rica cerrará el 2020 con un déficit fiscal del 9 % del Producto Interno Bruto (PIB), una deuda del 70 % del PIB y una caída económica del 5 %, números deteriorados por la pandemia de la COVID-19.