Ciudad de México, 13 jun (EFE).- Más de un cuarto de los emprendimientos tienen una mujer como cofundadora, pero aún falta trabajo para lograr mayores equipos mixtos que aporten diversidad a las soluciones del futuro, señaló Vincent Speranza, director general de Endeavor México.
De acuerdo con datos de esta organización, que impulsa a emprendedores de alto impacto, un 22 % de los emprendimientos en el país cuentan con una mujer como cofundadora, con una participación más notable en las “scaleups» o compañías escalables.
“No es casualidad que sean las ‘scaleups’ porque son las que tienen la mejor capacidad de crecer y no es casualidad que de una de cada cuatro a una de cada cinco son mujeres porque aportan diversidad”, comentó Speranza.
Sin embargo, aclaró que aún falta terreno por avanzar en temas de “startups” o empresas emergentes, donde “hay poca participación de mujeres cofundadoras”, según dijo, y los emprendimientos denominados “unicornios”, empresas que alcanzan un valor de 1.000 millones de dólares sin cotizar en bolsa, en los que los casos de mujeres “son contados”.
OBSTÁCULOS PARA LAS MUJERES
Entre las principales barreras encontradas por las mujeres destacan la ausencia de redes de contacto relevantes del ecosistema emprendedor, la carencia de acceso a financiamiento a través de capital y la falta de educación financiera, técnica, gerencial o administrativa.
El director de Endeavor México dijo que uno de los motores que incentiva la participación de las mujeres en un número mayor de emprendimientos es la exposición de los casos de éxito, pues incluso recordó que en México dos de las ocho empresas consideradas unicornio son de mujeres.
Este es el caso de Marlene Garayzar, la primera mujer cofundadora de un unicornio mexicano, quien lanzó la plataforma de servicios financieros Stori, así como Loreanne García, de la aplicación de compraventa de vehículos Kavak.
Otro factor relevante para el cambio de tendencia es la mayor integración de las mujeres en carreras relacionadas con las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas, denominadas STEM, por sus siglas en inglés.
En el escenario mexicano actual, apuntó, solo un 30 % de las mujeres están en estas asignaturas.
En este sentido, el director de Endeavor México esperó que con la integración de más mujeres en estas carreras haya equipos de liderazgo más diversos y con más mujeres a la cabeza.
Resaltó que será un proceso lento, ya que mínimo tienen que pasar cuatro años en lo que más mujeres salen de las carreras STEM y se incorporan con nuevas ideas al sector de emprendimientos tecnológicos, aunque enfatizó que es un factor de suma importancia para ganar terreno en este rubro.
“Yo creo que vamos a ver cambios significativos en la diversidad del ecosistema, pero toma tiempo”, expresó.
Speranza subrayó que las mujeres tienen el potencial de desarrollar emprendimientos en cualquier área, pero precisó que han mostrado una tendencia de interés más clara hacia proyectos que tienen que ver con la inclusión digital, economía circular y temas que tienen que ver con cadenas de producción.
“Todas estas tienen un punto en común: que la tecnología del emprendimiento tiene un impacto social importante. Entonces lo que estamos observando es que las mujeres que incursionan en tecnología también quieren crear un impacto real en la sociedad”, concluyó.