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22 de noviembre de 2024

«Matar a Pinochet»: 34 años después del atentado, Chile lo sigue intentando

Madrid, 18 nov (EFE).- El director chileno Juan Ignacio Sabatini debuta en el largometraje con «Matar a Pinochet», una delicada y profunda obra de cine político, contada en varias capas, que recrea el atentado real que un grupo de jóvenes guerrilleros intentó contra el dictador en 1986 y que pasó casi inadvertido. Obviamente, fracasó.

Pero, ¿qué hubiera pasado si el Frente Patriótico Manuel Rodríguez hubiera logrado su propósito?.

«Esa fue una de las grandes preguntas que me hice al empezar a trabajar», señala el director en una entrevista con Efe desde Santiago de Chile desde donde promociona el estreno de su película este viernes en España ante la imposibilidad de hacerlo en persona a causa de las restricciones sanitarias por la covid.

El «cuesta creerlo», como el pueblo optó por denominar aquel intento de magnicidio, fracasó, probablemente, por un traidor, aunque Sabatini, en su personal relato de aquel suceso, lo encuentra tan de actualidad como que «en tanto Chile no ‘mate al padre’, como decía Freud, no podrá avanzar».

«La dictadura no hace falta que diga lo cruel que fue, y sigue siendo un tema tabú, una herida abierta que duele y cuesta tratar, y cada vez que se toca el tema, genera escozor. Pero todo esto que estamos viviendo desde octubre del año pasado nos demuestra que llevamos 34 años intentando matar a Pinochet, y -sonríe-, mira que lo estamos consiguiendo».

El santiaguino dice que «la fuerza viene de una generación de chilenos que no habían nacido cuando ocurrió el atentado», y está convencido de que si el gobierno actual «paró» fue por «los jóvenes que salieron en masa y después fueron a votar», en referencia a las protestas callejeras que han acabado con derogación de la constitución vigente desde Pinochet para redactar una nueva.

La película también realiza un viaje por el subconsciente de sus protagonistas, «justamente elucubrar sobre qué les hizo emprender la vía armada»; así, explica «más allá de una mera construcción de los hechos que fueran a desembocar en la Operación Siglo XX, mi interés estaba también en el interior de estas personas».

Influenciado por «Pa negre», de Agustí Villaronga, «Incendies», de Denis Villaneuve, por los cuadros de Goya y por «la vida misma», Sabatini se inventó un lenguaje onírico para contar a la vez los hechos reales registrados en primera persona por la comandante Tamara (nombre de guerra de Cecilia Magni, a la que interpreta Daniela Ramírez) y los pensamientos de su compañero Ramiro (Cristián Carvajal).

«Creé este espacio para entender este viaje feroz de matar a un semejante (…), porque ¿qué lleva a alguien a meter la mano en el cinto y disparar a un compañero?. Me parecía alucinante» confiesa, pero también le intrigaba «qué se piensa cuando todo te dice que eso que está a punto de suceder va a fracasar; ese arrojo lo encuentro maravilloso».

Rodada con un presupuesto «súper independiente» (es decir, muy escaso) es el primer largometraje de este director bregado en series de televisión; compite además estos días en el 46 Festival Iberoamericano de Cine de Huelva, donde opta al Colón de Oro.

El cineasta recuerda perfectamente el atentado del 7 de septiembre de 1986, aunque tenía solo ocho años. La televisión nacional chilena había programado «La guerra de las Galaxias» y el pequeño Juan Ignacio la esperaba emocionado. Pero la película fue sustituida por «extras noticiosos» que contaban cómo un comando izquierdista había atentado contra «su excelencia».

Años después, formado ya en el oficio, Sabatini se encargó de una serie para la tele, «Los archivos del cardenal», que trataba de un grupo de la iglesia católica que le hizo frente al general. «Trabajando las tramas me encontré con un libro increíble de Juan Cristóbal Peña «Los fusileros: crónica de una guerrilla en Chile».

Así llegó Sabatini a uno de los supervivientes del atentado, Juan Moreno Ávila, el «Sacha», con el que mantuvo horas de conversación de las que al final del metraje incluye algunos fragmentos.

También hay un par de planos de la auténtica Cecili Magni, «Chichi», como la llamaban en su casa.

«La película es una ficción que se toma muchas licencias y pensé que le faltaba una bajada a tierra, que recordase que esto fue real. Y ese ‘haiku’ final, hace justicia a lo que son ahora y lo que fueron entonces estos chicos: los parias de la democracia», dice Sabatini recordando unas palabras del propio Sacha.

«Matar a Pinochet» llega a los cines españoles el 20 de noviembre («!qué casualidad!», se le escapa al cineasta, ya que coincide con el aniversario de la muerte de Francisco Franco).

Por Alicia G.Arribas

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