Río de Janeiro, 17 dic (EFE).- El fabricante multinacional de vehículos Mercedes-Benz anunció este jueves el cierre de su única planta de automóviles en Brasil, pero aclaró que mantendrá las que producen camiones y autobuses.
El fabricante alemán informó en un comunicado que suspendió las operaciones en su planta de automóviles en Iracemápolis, municipio en el interior del estado brasileño de Sao Paulo, debido a la crisis económica enfrentada por Brasil, que se agravó por la pandemia.
«La situación económica en Brasil ha sido difícil por muchos años y se agravó por la pandemia de la covid-19, lo que causó una caída significativa en las ventas de automóviles premium», explicó Jörg Burzer, miembro del Consejo de Mercedes-Benz AG, citado en el comunicado.
La compañía fabricaba hasta el miércoles en esta planta algunos de sus vehículos de lujo, entre ellos el sedan Clase C y el suv GLA, con los que abastecía el mercado brasileño y exportaba a algunos países vecinos.
La compañía agregó que la decisión también tiene por objetivo la «optimización de su red global de producción» para poder concentrarse en la producción de vehículos eléctricos y digitalizados.
Mercedez-Benz aclaró que el cierre no impactará la venta de sus automóviles en Brasil, ya que seguirá abasteciendo el mayor mercado latinoamericano con vehículos importados.
La empresa agregó que está buscando alternativas para ofrecerles soluciones a los 370 trabajadores de su fábrica en Iracemópolis, incluyendo un programa de renuncia voluntaria, traslados y «otras posibilidades que puedan surgir en el futuro».
Aclaró igualmente que la decisión no afecta las operaciones de su fábrica en Sao Bernardo do Campo, también en el estado de Sao Paulo y en la que produce camiones y autobuses, ni en la planta de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais y en la que fabrica cabinas para camiones.
La fábrica de Iracemápolis fue inaugurada en 2016 y exigió entonces una inversión de 170 millones de euros.
Su construcción fue uno de los frutos de un programa lanzado en 2012 por la entonces presidenta Dilma Rousseff (2011-2016) para incentivar la instalación en Brasil de fábricas de vehículos.
El programa también atrajo inversiones de otros fabricantes de vehículos de lujo como BMW y Audi.
Antes de inaugurar su fábrica en Iracemápolis, Mercedes-Benz tuvo otra planta de automóviles en Juiz de Fora, en la que produjo el modelo Classe A entre 1999 y 2012, cuando la instalación fue transformada en productora de cabinas de camiones.
Como consecuencia de la pandemia, la fabricación de vehículos en Brasil se redujo en un 35 % en los 11 primeros meses de 2020 frente al mismo período de 2019.
Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), el número de automóviles, utilitarios, camiones y autobuses fabricados por la industria automotriz brasileña entre enero y noviembre de este año llegó a 1,8 millones, casi un millón de unidades menos que las registradas en el mismo período de 2019 (2.774.484).
Por su parte, el número de vehículos vendidos en Brasil en los 11 primeros meses del año cayó hasta 1.814.470, un 28,1 % menos que los licenciados entre enero y noviembre de 2019.