Ciudad de México, 4 ago (EFE).- El Gobierno de México informó este miércoles que busca una alternativa para permitir nuevamente la exportación del camarón ribereño a Estados Unidos y así evitar afectaciones económicas y sociales a este sector.
Según estimaciones, la captura de camarón ribereño representa un impacto económico y social para más de 63.000 pescadores mexicanos y sus familias, así como para más de 254.000 personas que dependen de esta actividad.
En comunicado conjunto, las secretarías de Agricultura y Economía, junto con la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), informaron que trabajan de manera coordinada con la Secretaría de Relaciones Exteriores para alcanzar este objetivo.
El responsable de Conapesca, Octavio Almada, precisó que las visitas de verificación fueron solo a embarcaciones mayores de arrastre, donde se encontraron 118 deficiencias técnicas en 130 Dispositivos Excluidores de Tortugas marinas (DET), y no a embarcaciones menores ribereñas, que desde el 1 de junio de 2021 no pueden exportar camarón mexicano a Estados Unidos.
«Las observaciones tomadas por las autoridades estadounidenses estuvieron relacionadas directamente con especificaciones técnicas, y en ningún momento hubo tortugas marinas atrapadas en las redes», señaló Almada.
Sobre este asunto dijo que existe información científica que respalda que «la mortalidad de tortugas marinas es inexistente en la pesca de camarón de ribera».
Esto, argumentó, se puede constatar con información derivada de los programas de investigación de Camarón del Pacífico y Camarón del Golfo de México y Mar Caribe, que ofrecen registros de lances y muestreos llevados a cabo por el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca).
Debido a ello, el responsable de Conapesca enfatizó que la pesca ribereña de camarón «no debió incluirse, en ningún momento en la restricción de exportación al mercado de Estados Unidos».
Además, expuso que se tiene como antecedente que en 2010, año en el que a México se le retiró la certificación, «se continuó con las exportaciones de camarón de ribera, con un certificado que respaldaba su origen».
También indicó que el Gobierno de México cuenta con la capacidad técnica y operativa de emitir un «certificado de origen» que permita las exportaciones de camarón de ribera, en tanto se recupera la certificación de camarón de altamar, lo que se espera ocurra tras las visitas de verificación.
El titular de Conapesca alertó que el periodo entre el inicio de la pesca ribereña o artesanal y el de la certificación de camarón «genera incertidumbre económica y social».
Esto sucede, detalló, porque no se cuenta con la autorización de exportación de camarón, lo que representa un impacto económico a los productores y sus familias y pérdidas de empleos y de bienestar en las regiones pesqueras del país.